La entidad encargó informes por un millón a empresas del ex presidente
LLUÍS PELLICER - Barcelona - 19/09/2009
LLUÍS PELLICER - Barcelona - 19/09/2009
El rastreo de los movimientos que efectuó Fèlix Millet, ex presidente del Palau de la Música Catalana, para apropiarse de fondos de la entidad está sirviendo para abultar la magnitud de la estafa. Según fuentes que investigan las cuentas de la entidad, el desvío de dinero de la Fundació Orfeó Català supera los 10 millones de euros. Millet sólo confesó -en la carta del pasado miércoles al juez que investiga el caso- haberse quedado con 3,3 millones junto al anterior director administrativo, Jordi Montull, pero el barrido de documentos arrojan al menos 2,5 millones más en operaciones inmobiliarias y un millón en informes que la fundación encargó a sociedades de las familias de Millet y Montull sólo en 2009. Los más de tres millones restantes corresponden a remuneraciones, desvíos e informes, la mayoría anteriores a 2007.
La investigación interna de las cuentas está resultando más ardua de lo esperado, aunque estas fuentes prevén que finalice a finales de octubre. Para empezar, el análisis requiere el seguimiento de las casi 100 cuentas bancarias de las que disponía la fundación, de las cuales 10 podrían servir para desviar fondos. Una de ellas, según estos fuentes, está domiciliada en Suiza.
Millet confesó anteayer haberse apropiado de 3,3 millones. De éstos, 1,3 millones se destinaron a remodelar inmuebles de la familia y otro medio millón, con cargo al Palau, a sufragar viajes particulares. Millet admitió, además, haber comprado junto a Montull un local comercial por 1,5 millones y haberlo revendido, cuatro años después, al Orfeó por el doble de su precio inicial. La operación se produjo el día antes de que los Mossos d'Esquadra registraran el Palau y, según Millet, no se efectuó porque ofreció deshacer la operación.
Las fuentes consultadas discrepan. Para empezar, aseguran que esos 1,5 millones de euros con los que se pagó inicialmente el local salieron de las arcas de la institución. Y añaden más: primero, que Millet trató de cobrar el cheque, pero la nueva dirección se negó, y segundo, que el Orfeó tuvo que saldar la cancelación de una hipoteca por el inmueble por valor de 682.000 euros. Los mismos medios agregan que han hallado, además, otro local en la calle de Sant Pere Mitjà por el que se abonaron 360.000 euros. La auditoría está indagando la propiedad de otros inmuebles con los que Millet podría haber hecho negocio a través de la fundación.
Pero además, las investigaciones han hallado numerosos informes encargados a Aurea Rusula, Ayxl y Produccions 46, tres sociedades controladas por las familias Millet y Montull. Sólo entre enero y junio de 2009 facturaron 1.000.027 euros, según estas fuentes, por la elaboración de varios informes de dudosa utilidad -por ejemplo, uno sobre la internacionalización del Palau de la Música- y otros que, directamente, no existen.
Todas estas cantidades suman ya 6,8 millones de euros. Sin embargo, los auditores estiman que el desfalco llegó a los 10 millones si se suman otros desvíos que todavía están desglosando: informes encargados en años anteriores, remuneraciones de difícil justificación fiscal y desvíos a cuentas bancarias que están siendo investigados.
Millet, que ayer dimitió como vicepresidente de la fundación del Barça, preocupó también ayer a los políticos. Tanto PSC, CiU, ICV o ERC lamentaron y reclamaron responsabilidades por el hecho de que hayan fallado los controles de una entidad gestionada por un consorcio en el que participan la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Cultura.
Millet confesó anteayer haberse apropiado de 3,3 millones. De éstos, 1,3 millones se destinaron a remodelar inmuebles de la familia y otro medio millón, con cargo al Palau, a sufragar viajes particulares. Millet admitió, además, haber comprado junto a Montull un local comercial por 1,5 millones y haberlo revendido, cuatro años después, al Orfeó por el doble de su precio inicial. La operación se produjo el día antes de que los Mossos d'Esquadra registraran el Palau y, según Millet, no se efectuó porque ofreció deshacer la operación.
Las fuentes consultadas discrepan. Para empezar, aseguran que esos 1,5 millones de euros con los que se pagó inicialmente el local salieron de las arcas de la institución. Y añaden más: primero, que Millet trató de cobrar el cheque, pero la nueva dirección se negó, y segundo, que el Orfeó tuvo que saldar la cancelación de una hipoteca por el inmueble por valor de 682.000 euros. Los mismos medios agregan que han hallado, además, otro local en la calle de Sant Pere Mitjà por el que se abonaron 360.000 euros. La auditoría está indagando la propiedad de otros inmuebles con los que Millet podría haber hecho negocio a través de la fundación.
Pero además, las investigaciones han hallado numerosos informes encargados a Aurea Rusula, Ayxl y Produccions 46, tres sociedades controladas por las familias Millet y Montull. Sólo entre enero y junio de 2009 facturaron 1.000.027 euros, según estas fuentes, por la elaboración de varios informes de dudosa utilidad -por ejemplo, uno sobre la internacionalización del Palau de la Música- y otros que, directamente, no existen.
Todas estas cantidades suman ya 6,8 millones de euros. Sin embargo, los auditores estiman que el desfalco llegó a los 10 millones si se suman otros desvíos que todavía están desglosando: informes encargados en años anteriores, remuneraciones de difícil justificación fiscal y desvíos a cuentas bancarias que están siendo investigados.
Millet, que ayer dimitió como vicepresidente de la fundación del Barça, preocupó también ayer a los políticos. Tanto PSC, CiU, ICV o ERC lamentaron y reclamaron responsabilidades por el hecho de que hayan fallado los controles de una entidad gestionada por un consorcio en el que participan la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Cultura.
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