El rector admite «preocupación» en la apertura del curso
Valcárcel defiende el esfuerzo inversor de la Comunidad
Valcárcel defiende el esfuerzo inversor de la Comunidad
La Verdad
El ritual no varió -procesión de birretes, entonación del Gaudeamus igitur, solemne lección inaugural- pero la apertura del curso en la Universidad de Murcia (UMU) fue ayer más austera que nunca. La institución no está para muchas alegrías, reconoció el rector, José Antonio Cobacho, porque se enfrenta a un año crucial en la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (el conocido como plan Bolonia) en medio de una crisis económica y con problemas de financiación. La UMU arranca el curso con la adecuación de la mayoría de las carreras que imparte a las exigencias comunitarias. En total, se implantan 37 grados, y quedan pendientes otros 14 para el próximo curso.
Cobacho advirtió, durante su discurso, que hay titulaciones «con una gran demanda por parte del alumnado, y en ellas la implantación de los grados plantea graves dificultades porque esta universidad no dispone de los suficientes recursos económicos para crear los grupos docentes que serían necesarios». El rector pidió «retomar» los trabajos para determinar el modelo de financiación de las universidades,
Ya fuera del discurso, en respuesta a las preguntas de los periodistas, Cobacho admitió «preocupación» y explicó que «hace falta más profesorado». La escasez de docentes obligará «a que en algunas titulaciones, en lugar de grupos de 50 alumnos tengamos 65, por poner un ejemplo». El rector agradeció la ayuda financiera de la Comunidad Autónoma y reconoció que «estamos en una situación de crisis y los ingresos de las administraciones han disminuido». Por eso, anunció que «habrá que apretarse el cinturón».
Junto a los problemas económicos, el plan Bolonia ha encontrado otro escollo en la oposición de buena parte de la comunidad universitaria. La adaptación al espacio europeo «no ha sido fácil», subraya Cobacho, porque «ha habido movimientos de protesta». Frente a las reticencias, el rector recordó que España no puede quedar fuera del «proceso de construcción de Europa».
Plan de Dinamización
También el presidente Ramón Luis Valcárcel glosó las ventajas del plan Bolonia. Además, defendió «la apuesta» del Gobierno regional «para asegurar» la financiación de las universidades públicas. Explicó que el Acuerdo 2007-2011 supone una inversión pública de 1.016 millones de euros y aseguró que «la financiación pública por alumno en la Región está por encima de la media nacional». No obstante, el presidente mandó a las universidades el mensaje de que «deben ser corresponsables también de la delicada situación de crisis», y advirtió de que «no es conveniente ni oportuno en estos tiempos [] lanzarse a desproporcionados gastos». En este sentido, sugirió que busquen «soluciones imaginativas» para conseguir más recursos. El presidente anunció además un plan de dinamización y promoción internacional de las universidades murcianas. El objetivo es incluir los centros universitarios «en la marca Región de Murcia».
El ritual no varió -procesión de birretes, entonación del Gaudeamus igitur, solemne lección inaugural- pero la apertura del curso en la Universidad de Murcia (UMU) fue ayer más austera que nunca. La institución no está para muchas alegrías, reconoció el rector, José Antonio Cobacho, porque se enfrenta a un año crucial en la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (el conocido como plan Bolonia) en medio de una crisis económica y con problemas de financiación. La UMU arranca el curso con la adecuación de la mayoría de las carreras que imparte a las exigencias comunitarias. En total, se implantan 37 grados, y quedan pendientes otros 14 para el próximo curso.
Cobacho advirtió, durante su discurso, que hay titulaciones «con una gran demanda por parte del alumnado, y en ellas la implantación de los grados plantea graves dificultades porque esta universidad no dispone de los suficientes recursos económicos para crear los grupos docentes que serían necesarios». El rector pidió «retomar» los trabajos para determinar el modelo de financiación de las universidades,
Ya fuera del discurso, en respuesta a las preguntas de los periodistas, Cobacho admitió «preocupación» y explicó que «hace falta más profesorado». La escasez de docentes obligará «a que en algunas titulaciones, en lugar de grupos de 50 alumnos tengamos 65, por poner un ejemplo». El rector agradeció la ayuda financiera de la Comunidad Autónoma y reconoció que «estamos en una situación de crisis y los ingresos de las administraciones han disminuido». Por eso, anunció que «habrá que apretarse el cinturón».
Junto a los problemas económicos, el plan Bolonia ha encontrado otro escollo en la oposición de buena parte de la comunidad universitaria. La adaptación al espacio europeo «no ha sido fácil», subraya Cobacho, porque «ha habido movimientos de protesta». Frente a las reticencias, el rector recordó que España no puede quedar fuera del «proceso de construcción de Europa».
Plan de Dinamización
También el presidente Ramón Luis Valcárcel glosó las ventajas del plan Bolonia. Además, defendió «la apuesta» del Gobierno regional «para asegurar» la financiación de las universidades públicas. Explicó que el Acuerdo 2007-2011 supone una inversión pública de 1.016 millones de euros y aseguró que «la financiación pública por alumno en la Región está por encima de la media nacional». No obstante, el presidente mandó a las universidades el mensaje de que «deben ser corresponsables también de la delicada situación de crisis», y advirtió de que «no es conveniente ni oportuno en estos tiempos [] lanzarse a desproporcionados gastos». En este sentido, sugirió que busquen «soluciones imaginativas» para conseguir más recursos. El presidente anunció además un plan de dinamización y promoción internacional de las universidades murcianas. El objetivo es incluir los centros universitarios «en la marca Región de Murcia».
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