La madre de Leire Pajín, futura edil de Cultura, renuncia a hablar en el pleno
E. MOLTÓ / A. BALAGUER - Alicante / Benidorm - 22/09/2009
E. MOLTÓ / A. BALAGUER - Alicante / Benidorm - 22/09/2009
Benidorm vivirá hoy su segunda moción de censura. La primera, hace 18 años, inauguró la carrera política de Eduardo Zaplana, que se aupó a la alcaldía de la mano de una tránsfuga socialista. Ahora son 12 ex concejales del PSOE -se dieron de baja en el partido hace días- quienes, con un edil tránsfuga del PP, devuelven el golpe. Y, si no hay ausencias de última hora, formarán gobierno. Los ediles socialistas se concentraron anoche en el hotel Cactus de la playa del Albir, en la vecina localidad de Alfàs del Pi. Para perfilar las intervenciones plenarias y para evitar fugas.
Entre estos ediles figura Maite Iraola, ex portavoz adjunta del PSOE y madre de la secretaria de Organización, Leire Pajín. Iraola, para evitar más disgustos a su hija, tiene previsto renunciar a la portavocía adjunta y delegar en su compañero de grupo Jaime Llinares, futuro edil de Urbanismo. Iraola será concejal de Cultura; el tránsfuga José Bañuls, primer teniente de alcalde y edil de Participación Ciudadana.
La moción en este municipio alicantino de 70.000 habitantes ha abierto una brecha en el socialismo valenciano, donde mantienen un pulso el secretario general, Jorge Alarte, y Leire Pajín. El primero rechaza desde el primer día la moción. La segunda también; pero sus afines en Benidorm caldean el ambiente para que al pleno acudan militantes socialistas. Fuentes de la dirección provincial del PSOE confían en que 500 militantes se concentren hoy en el Ayuntamiento para aplaudir la moción.
El PP también anima a sus militantes con mensajes de móvil a ir al pleno a protestar. Ayer el secretario regional de los populares, Ricardo Costa, se reunió con el todavía alcalde, Manuel Pérez Fenoll, y sus concejales. Les transmitió su "sorpresa" y cierto malestar por el escaso apoyo que han recibido por parte de empresarios y sociedad civil.
El futuro nuevo alcalde, Agustín Navarro basa la moción en la "parálisis" del Ayuntamiento. El PP, dice Navarro, se ha ocupado más de sus luchas internas que de la gestión municipal. Y sostiene que cuando la tránsfuga Maruja Sánchez -que dio el poder a Zaplana hace dos décadas y ha estado cuatro años de concejal y otros 14 de asesora municipal- se vaya al paro, el Ayuntamiento "recuperará la dignidad".
La moción en este municipio alicantino de 70.000 habitantes ha abierto una brecha en el socialismo valenciano, donde mantienen un pulso el secretario general, Jorge Alarte, y Leire Pajín. El primero rechaza desde el primer día la moción. La segunda también; pero sus afines en Benidorm caldean el ambiente para que al pleno acudan militantes socialistas. Fuentes de la dirección provincial del PSOE confían en que 500 militantes se concentren hoy en el Ayuntamiento para aplaudir la moción.
El PP también anima a sus militantes con mensajes de móvil a ir al pleno a protestar. Ayer el secretario regional de los populares, Ricardo Costa, se reunió con el todavía alcalde, Manuel Pérez Fenoll, y sus concejales. Les transmitió su "sorpresa" y cierto malestar por el escaso apoyo que han recibido por parte de empresarios y sociedad civil.
El futuro nuevo alcalde, Agustín Navarro basa la moción en la "parálisis" del Ayuntamiento. El PP, dice Navarro, se ha ocupado más de sus luchas internas que de la gestión municipal. Y sostiene que cuando la tránsfuga Maruja Sánchez -que dio el poder a Zaplana hace dos décadas y ha estado cuatro años de concejal y otros 14 de asesora municipal- se vaya al paro, el Ayuntamiento "recuperará la dignidad".
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