miércoles, 2 de septiembre de 2009

La recesión y la política económica del Gobierno multiplican por cinco el déficit del Estado

Los técnicos de Hacienda avisan de que subir los impuestos sobre las rentas del capital sólo aportará 920 millones adicionales a las arcas públicas
02.09.09 -
CÉSAR CALVAR COLPISA. MADRID/ la Verdad
El déficit del Estado avanza camino de batir récords. La recesión y los dispendios extraordinarios derivados de la política expansiva en el gasto con que el Gobierno pretende mejorar la protección social y fomentar la actividad generadora de empleo han multiplicado por cinco los números rojos en sólo un año. En el período enero-julio el desfase entre ingresos y gastos de la Administración alcanzó la cifra de 49.687 millones de euros, equivalente al 4,69% del Producto Interior Bruto (PIB), frente a los 9.912 millones (0,91% del PIB) de saldo negativo del mismo período de 2008.
A falta de conocer cuál será la evolución del gasto en los últimos cinco meses del año, en los que la Administración ejecuta la parte más sustanciosa del presupuesto, ese 4,69% de déficit significa que ya se ha superado la mitad del 9% de desfase previsto por el Ejecutivo para 2009. En un comunicado, el Ministerio de Economía vinculó la profundidad del agujero de las cuentas públicas a las medidas adoptadas para paliar los efectos de la crisis. Aseguró, en concreto, que 25.000 millones han ido destinados a medidas de impulso fiscal, adelantos de liquidez y aplazamientos de pagos a empresas, iniciativas de promoción de empleo, inversiones y mayores prestaciones por desempleo.
Los 49.687 millones de déficit hasta julio son el resultado de la diferencia entre unos ingresos no financieros del Estado que ascendieron a 57.952 millones de euros, un 25,77% menos interanual, y unos gastos que sumaron casi el doble, 107.639 millones, un 22,3% más que los registrados hace un año. En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante el período estudiado, el desfase acumulado en las cuentas de la Administración entre enero y julio sería aún mayor, 50.946 millones, frente a los 10.553 millones contabilizados en el mismo período del año pasado.
La debacle de los ingresos quedó reflejada sobre todo en la recaudación por impuestos directos, que cayó un 14% debido al aumento del paro y al desplome de la actividad empresarial. La peor parte fue para el Impuesto de Sociedades, cuya recaudación retrocedió en este período un 25,2% interanual. En el caso de los ingresos por IRPF, el descenso fue del 12,9%. Según el departamento que dirige Elena Salgado, detrás de ese bajón en el IRPF están, además del crecimiento desmedido del desempleo, la agilización de las devoluciones, los mayores aplazamientos y la deducción de los 400 euros.
Los ingresos por impuestos indirectos se redujeron un 27,5%, caída que afectó sobre todo al IVA, que retrocedió un 36,1%. En los impuestos especiales, la recaudación disminuyó un 3%. De este capítulo destacó el desplome del 13,3% en la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, mientras que los ingresos por los tributos que gravan el consumo de hidrocarburos bajaron un 6,3%. En el caso del tabaco, hubo un aumento mínimo de la recaudación del 0,4%.
El capítulo de gastos registró un aumento interanual del 24,5%, que afectó sobre todo a los derivados de las transferencias corrientes -que incluyen las partidas que cubren las prestaciones por desempleo-, las transferencias de capital, que sirven entre otras cosas para sufragar el coste de las obras del Fondo Estatal de Inversión Local.
Subida de impuestos
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el lunes en Estocolmo su intención de subir los impuestos que gravan las rentas de capital para contribuir a acotar el déficit. Su decisión fue contestada ayer por el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), quien subrayó que el impacto de dicho incremento sobre la recaudación de Estado sería «positivo» pero a la vez «reducido». A partir de las estadísticas de ahorro de 2007, estos expertos calculan que una subida de dos puntos de la presión fiscal sobre rentas de capital y plusvalías acrecentaría en tan sólo 920 millones de euros el dinero que se embolsa la Administración.
Gestha está, no obstante, a favor del incremento anunciado para 2010, ya que permitiría acercar los tipos de las rentas del ahorro, que ahora tributan al 18%, al que se aplica a las rentas del trabajo, en la actualidad el 24%. En opinión de estos técnicos, la actual dualidad «no es acertada» ya que «se tributa más por trabajar que por vivir de las ganancias del capital, cuando en realidad deben ser aquellos que obtengan mayores ingresos por rendimientos de capital los que aporten también más a la Hacienda Pública».

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