Los investigadores ya han pasado su descripción y una orden de detención a las policías europeas
26.04.10 - 00:29 -
LA VERDAD MURCIA. / La Verdad
La Guardia Civil ya trabaja con la hipótesis de que Antonio M.V., el presunto autor del crimen de la cafetería 'K' Manolo de Roldán se encuentra fuera de España. Así lo confirmaron ayer fuentes de la Delegación del Gobierno, justo cuando se cumplían ocho días desde que presuntamente apuñaló a Francisco Prieto, que se desangró sobre un taburete del local tras una pelea empapada de alcohol. A medida que avanzan las investigaciones, la teoría de que Antonio M.V. habría salido del país, incluso el mismo sábado en el que presumiblemente aumentó su saldo criminal, cobra fuerza.
El principal sospechoso -se le ve en una grabación de una cámara de seguridad apuñalando varias veces a su víctima- podría haber tomado el camino a la frontera en su propio coche a través de la Autovía del Mediterráneo y haber pasado a Francia durante la madrugada del domingo. Las policías de toda Europa ya están advertidas y su descripción obra ya en poder de las mismas.
Antonio M.V. fue condenado ya en noviembre de 1999 por la Audiencia Provincial de Granada por otro homicidio, el del joven Gregorio Martínez Lara, quien tuvo la mala fortuna de cruzarse en el camino de la navaja de Antonio tras otra discusión a raíz de un mero pisotón en una discoteca de Cúllar. Aquella vez, el elevado consumo de alcohol por parte del homicida le valió una rebaja en la condena, ya que los doce años que pedía el fiscal acabaron en diez.
Y ni siquiera los cumplió íntegros, porque hace dos años, gracias a su buen comportamiento entre rejas, pisó de nuevo la calle. Y volvió a Roldán, con su mujer y sus dos hijos. Parecía un hombre rehabilitado, que había cumplido su pena y no iba a meterse en líos. Al menos, eso parecía hasta que hace dos sábados, el alcohol y su navaja volvieron a combinarse para presuntamente segarle la vida a Francisco.
Fue en la citada cafetería 'K' Manolo, al filo de las 19.30 horas. Lo que parecía otra discusión de barra acabó derivando en algo más serio, hasta que finalmente, en la calle, el brillo de la navaja de Antonio se volvió a teñir de rojo tras una década de descanso. Ahora se ha convertido en un fugitivo y tiene a toda la policía europea detrás.
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