EUROPA PRESS
En este momento, el joven de 16 años, "desafortunadamente", chocó de manera frontal con el manso e, inmediatamente, el animal le dio un golpe en el tórax. Entonces el chico se cayó y dio dos o tres pasos para subirse a la valla, donde finalmente se desplomó. Toda la gente que estaba alrededor del vallado, además de los servicios sanitarios, asistieron al menor de edad, que fue trasladado al Hospital Reina Sofía de Tudela. Sin embargo, los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida y acabó muriendo en el centro hospitalario como consecuencia de la gravedad de las heridas. El cadáver del joven será trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia. Por su parte, la corporación municipal de Cabanillas, tal y como explicó la alcaldesa, decidió por unanimidad suspender todos los actos festivos programados ayer, a la espera de ver cuando es el funeral y la autopsia.
El joven de 16 años fallecido ayer en un encierro en la localidad navarra de Cabanillas es la quinta persona que muere en España en encierros o capeas que se han celebrado con motivo de fiestas populares en lo que va de año. El citado menor murió tras ser arrollado por un manso en un encierro de vacas celebrado con motivo de las fiestas patronales de dicha localidad navarra. Tres días antes de esta tragedia ocurría otra en las fiestas de Nuestra Señora y San Roque en Peñafiel (Valladolid). Concretamente, el día 15 de agosto, un hombre de 53 años falleció durante la capea posterior al primer encierro de las fiestas de la localidad, al recibir una cornada en el abdomen de un novillo. Un mes antes, el 25 de julio, moría durante un encierro en Isso, en Hellín, un hombre de 65 años, Antonio Martínez Mata, tras ser corneado.
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