jueves, 4 de marzo de 2010

Los pantanos recogen en un mes más agua que en los dos años anteriores


La Confederación sigue aliviando caudal en el Talave y el Camarillas para guardarlo aguas abajo y lavar las tierras de sal
04.03.10 - 00:50 -
MANUEL BUITRAGO MURCIA. / la Verdad
Los embalses del Segura han almacenado en un mes más agua que en los dos años anteriores. El pantano del Cenajo tiene las mayores reservas de los últimos 30 años y por la ciudad de Murcia pasa un caudal 20 veces superior a la media. La cuenca del Segura atraviesa una situación desconocida en muchos años debido a una lluvias que han descargado en la zona de cabecera, lo cual está incrementando las reservas hasta tal punto que varios pantanos están aliviando su caudal para evitar inundaciones en la zona alta.
El presidente de la Confederación Hidrográfica, José Salvador Fuentes Zorita, advierte de que no hay que lanzar las campanas al vuelo y que van a ser tan estrictos como antes con el ahorro. Esta abundancia, indica, es coyuntural.
Los pantanos de Talave y Camarillas tienen sus compuertas abiertas para no alcanzar la cota máxima. Rozan el 75% de capacidad y una fuerte avenida -como las cuatro que ya se han producido en esa zona- los puede desbordar. La Confederación está dirigiendo el agua hacia los embalses de La Pedrera, en Alicante, y el de Algeciras, cerca de Mula. Lo hace a través de los canales del Postrasvase. Otra parte se vierte directamente en el río Segura, mejorando su caudal ambiental, desde donde se desvía por acequias y tomas. Por estas últimas, el agua está lavando las tierras que se han ido cargando de una elevada salinidad en los años de sequía.
A su paso por Cieza, Abarán y Blanca, el caudal supera los 30 metros cúbicos por segundo, mientras que en Murcia es de veinte veces más de lo habitual, ya que la Confederación suele mantener un equilibrio en la capital con apenas 300 litros por segundo, explica Fuentes Zorita. Opina que el espectáculo de ver agua en abundancia es tan gratificante en la cabecera como en la desembocadura, en Guardamar. Desde diciembre está llegando agua al mar con una media de dos metros cúbicos por segundo, algo también desconocido en varias décadas. A ello ha contribuido que los cauces estaban limpios y sin obstáculos.
Talave y Camarillas regulan los trasvases del Tajo, son muy pequeños y deben dejar hueco para el próximo desembalse que autorice el Ministerio de Medio Ambiente. En cuanto a los pantanos de La Fuensanta y Cenajo, que reciben recursos propios de la cuenca, Fuentes Zorita no cree que haya problemas de sobrecarga. El primero se puede llenar. De hecho está al 75%, pero ve muy difícil que lo haga el Cenajo, el mayor de la cuenca.
Aprovechar para ahorrar
En lo que va de año hidrológico se han desembalsado 55 hectómetros de recursos del Segura, mientras que el año pasado fueron 60, pese a haber llovido menos. La conclusión es que la Confederación se ha vuelto más estricta y quiere aprovechar al máximo esta punta para ahorrar más agua en los embalses, señala su presidente, quien destaca que en estos años «se ha dado la vuelta como a un calcetín a la gestión de la cuenca». «Con muy poca agua hemos conseguido que no hubiera ninguna restricción. La aportación media no supera los 300 hectómetros anuales, y en los años de sequía ha sido todavía inferior. Con eso hemos atendido todas las demandas propias de la cuenca», añadió.
Fuentes Zorita quiso diferenciar entre lo que es el agua de la cuenca y la que procede del Tajo, para que no haya confusiones, ya que atienden demandas y usuarios diferentes. De los más de 600 hectómetros almacenados ahora, algo más de ochenta corresponden al trasvase (30 de ellos comprados a Estremera) y otros 80 son de embalse muerto, que no se pueden utilizar. En sentido estricto, los recursos propios son de 480 hectómetros. Hoy se reunirán los miembros de la Comisión permanente de la Sequía para analizar la situación y en abril se decidirá la campaña de riego.

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