Morente. Eurovillas VI
Residencial Nuevo
Principado.
Los carritos que habitualmente se utilizan en supermercados
y autoservicios, para ir colocando las mercancías y facilitar su desplazamiento,
hasta los servicios de caja o vehículos de los compradores (para esa función se
diseñaron) cumplen más cometidos en el Paseo Río Nalón, especialmente entre el
personal de establecimientos hosteleros. Como los carritos de supermercados
próximos no están dotados de sistema de bloqueo de ruedas, en las puertas de
salida, los usuarios los sacan a la calle y después los utilizan como
carretillas de mano. Hay casos en que les retiran la identificación comercial
(logo, marca, símbolo) para ser
utilizados con otros fines: transporte de mercancías desde los puntos de
almacenaje hasta los restaurantes, contenedores de basura, recogida de manteles
y servilletas para lavandería y lo que se
vaya presentando a lo largo de jornada. Hay que darse una vuelta por allí y observar.
Hasta ahora y desde hace años, el ir y venir de carritos por
la calle, fuera del horario comercial de los supermercados, es una imagen
habitual, a pesar de que sus ruedas no están especialmente diseñadas para no
hacer ruido. Se utilizan como elemento auxiliar y de apoyo en el servicio de
las terrazas: barriles, bombonas, cajas de bebidas,…Para tenerlos siempre a
mano, para que nadie se los lleve (desde algunos supermercados hacen recogidas
periódicas de “sus” carritos en calles y aceras) se atan/encadenan a elementos
diversos. En el pasaje que une el final de la
Calle Río Arangüín, con el Paseo Río Nalón,
la creatividad se ha impuesto sobre la seguridad y la estética, anclando un carrito a la rejilla de
protección de las bombonas de gas de un restaurante. Con un candado. De esta
forma está disponible las veinticuatro horas del día. Está a la vista y se
consiente.
No cabe duda de que la multiculturalidad concurrente en esta
zona de Los Alcázares, está imponiendo novedades a su gusto, tal vez costumbres
de sus países de origen, así que no sería de extrañar que en el futuro, estos
carritos ampliasen todavía más su uso, sustituyendo a las bandejas de los
camareros (son más estables) y a las tronas de los bebés (son más seguros). Si
quienes nos gobiernan están empeñados en encontrar un modelo turístico que nos
defina, no cabe duda de que habrá que empezar por erradicar estos detalles de
mal gusto. Hablar de clase, calidad y excelencia, ante estas imágenes, parece
un chiste.
Del mismo modo que se imparten cursos (talleres, se dice
ahora) de cocineros, camareros, etc., bueno sería dar unas charlas formativas,
referidas a las normas y la estética que
se han de respetar, a quienes van y vienen por espacios públicos, a los
titulares de establecimientos hosteleros de Nuevo Principado y su personal,
enseñándoles buenas prácticas. Cosas tan sencillas y elementales como: los carritos de supermercado son para la
compra. Y se les regala un librito.
No conviene olvidar
que, gracias a una actuación expoliadora municipal, justificada en su afán por
recaudar tasas, Los Alcázares cuenta con una zona verde (marcada así en el Callejero Oficial) sin bancos. Miles de metros cuadrados
de espacio público, conocidos como PASEO RÍO NALÓN, sin bancos. Hace más
de dos años que cambiaron bancos, por mesas y sillas de pago. De verdad.
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