MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la NASA y del Instituto estadounidense de Carnegie han descubierto grandes cantidades de agua en el interior de la Luna que demostrarían y puntualizarían estudios previos que apuntan a que el satélite terrestre "no está seco".
El trabajo, publicado esta semana en la edición 'on line' de 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), destaca que los investigadores han encontrado una cantidad de agua mayor de la pensada en el interior de la Luna que procedería del magma caliente del satélite presente durante la formación del mismo hace 4,5 miles de millones de años y que se ha expandido por el interior del cuerpo estelar.
"Durante 40 años hemos pensado que la Luna estaba seca y recientemente hemos detectado agua procedente de muestras de Apollo y de meteoritos lunares y descubrimos que hay desde 64 partes por millón hasta cinco partes por millón de agua en el satélite, al menos una magnitud muy superior a lo que mostraban resultados previos", ha explicado uno de los principales autores del estudio, Francis McCubbin.
Hasta la fecha, la comunidad científica creía que la Luna surgió de los restos del gran impacto de un objeto de tamaño similar al de Marte con la Tierra. Así, en dos de las muestras comprobó que el agua estuvo presente en los primeros periodos de historia del satélite, cuando el magma comenzó a enfriarse y cristalizarse, en sus primeros años de 'vida'.
Estudios anteriores indicaban que el agua procedía de cristales volcánicos. Los investigadores han estudiado específicamente el hidroxilo, un compuesto de un átomo de oxígeno y otro de hidrógeno presente en los minerales lunares tomados en las muestras. "Las concentraciones son muy bajas pero finalmente podemos detectarlos y considerar sus implicaciones y el origen del agua en el interior de la Luna", agrega el experto.
El trabajo, publicado esta semana en la edición 'on line' de 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), destaca que los investigadores han encontrado una cantidad de agua mayor de la pensada en el interior de la Luna que procedería del magma caliente del satélite presente durante la formación del mismo hace 4,5 miles de millones de años y que se ha expandido por el interior del cuerpo estelar.
"Durante 40 años hemos pensado que la Luna estaba seca y recientemente hemos detectado agua procedente de muestras de Apollo y de meteoritos lunares y descubrimos que hay desde 64 partes por millón hasta cinco partes por millón de agua en el satélite, al menos una magnitud muy superior a lo que mostraban resultados previos", ha explicado uno de los principales autores del estudio, Francis McCubbin.
Hasta la fecha, la comunidad científica creía que la Luna surgió de los restos del gran impacto de un objeto de tamaño similar al de Marte con la Tierra. Así, en dos de las muestras comprobó que el agua estuvo presente en los primeros periodos de historia del satélite, cuando el magma comenzó a enfriarse y cristalizarse, en sus primeros años de 'vida'.
Estudios anteriores indicaban que el agua procedía de cristales volcánicos. Los investigadores han estudiado específicamente el hidroxilo, un compuesto de un átomo de oxígeno y otro de hidrógeno presente en los minerales lunares tomados en las muestras. "Las concentraciones son muy bajas pero finalmente podemos detectarlos y considerar sus implicaciones y el origen del agua en el interior de la Luna", agrega el experto.
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