José Antonio Expósito será juzgado por hacerse pasar por agente del CNI
F. JAVIER BARROSO - Madrid - 03/02/2010 /El País.com
José Antonio Expósito Serrano, el escolta que protegió a los ex diputados del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez durante la crisis que abrieron al desertar de las filas socialistas en 2003, se enfrenta a nueve años de prisión. Así al menos lo ha solicitado el fiscal, que le acusa de hacerse pasar por un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En concreto le imputa los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, usurpación de funciones públicas y falsedad en documento público. Por su parte, la defensa de Expósito pide su libre absolución en el juicio que se celebrará a partir del próximo 9 de marzo en la Audiencia Provincial.
Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez frustraron el 10 de junio de 2003 la votación en la Asamblea de Madrid que iba a elegir al socialista Rafael Simancas, con el apoyo de Izquierda Unida, nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. Su huida del Parlamento autonómico antes de la votación propició finalmente una nueva convocatoria de elecciones, que ganó Esperanza Aguirre al frente del PP en octubre de ese año.
Durante los días previos a la votación, José Antonio Expósito se encargó de proteger a los diputados socialistas. El escolta declaró ante un juez que estaba "casi totalmente convencido de que el sobre" para pagarle salió del despacho profesional de los constructores Francisco Vázquez y Francisco Bravo -tío y sobrino y socios en el negocio inmobiliario-. Fuentes próximas a los constructores desmintieron este extremo.
El juicio al que se enfrenta ahora Expósito es por hacerse pasar por agente del CNI y vender informaciones reservadas y personales de particulares, especialmente de extranjeros, y de los propietarios de determinados vehículos a terceros. También están implicados dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, destinados a la comisaría de Marbella (Málaga) y el distrito de Centro, en Madrid. La intención del escolta era "lucrarse suministrando [la información] a diferentes empresas e instituciones a cambio de dinero", según el escrito de la Fiscalía.
Los dos policías suministraron en al menos una veintena de ocasiones información reservada a José Antonio Expósito. Éste realizó seguimientos, escuchas y vigilancias de diversas personas, bien por sí mismo o a través de otras personas. Según el relato de hechos del fiscal, el acusado, en una ocasión, para obtener la ayuda de otra persona, se hizo pasar por agente del CNI y "le convenció de que le iba a contratar como agente a su cargo, llegando a confeccionarle el carné y placa del CNI, mediante copia y escaneado de originales y posterior impresión de tinta con la fotografía y datos" de esa persona.
En otras ocasiones, se hizo pasar por espía y se identificó como tal "ante diferentes particulares, así como entidades públicas y empresas privadas", según la acusación. "Utilizaba papel con membrete o signos distintivos del CNI, gorras con escudos bordados del CNI, carteras del Ministerio de Defensa, luces azules similares a las de la policía y aparatos técnicos de escucha, escáneres y otros similares, así como chapas, carteras y supuestos carnés con anagramas del CNI", mantiene la Fiscalía. Y todo ello era confeccionado por él mismo o por otras personas a su cargo imitando otras auténticas.
Los policías nacionales se enfrentan a una pena de cinco años de prisión y ocho años de inhabilitación absoluta por el delito de descubrimiento y revelación de secretos cometido por funcionarios públicos.
La defensa de Expósito mantiene su inocencia, ya que el escolta no ha comerciado en ningún caso con datos privados. "Como miembro de seguridad del Banco de Santander, debía comprobar si un vehículo que presentaba sospechas tenía algún tipo de requisitoria o había sido sustraído, hechos que incrementaban una potencial situación de peligro", mantiene la defensa en su escrito de calificación.
F. JAVIER BARROSO - Madrid - 03/02/2010 /El País.com
José Antonio Expósito Serrano, el escolta que protegió a los ex diputados del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez durante la crisis que abrieron al desertar de las filas socialistas en 2003, se enfrenta a nueve años de prisión. Así al menos lo ha solicitado el fiscal, que le acusa de hacerse pasar por un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En concreto le imputa los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, usurpación de funciones públicas y falsedad en documento público. Por su parte, la defensa de Expósito pide su libre absolución en el juicio que se celebrará a partir del próximo 9 de marzo en la Audiencia Provincial.
Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez frustraron el 10 de junio de 2003 la votación en la Asamblea de Madrid que iba a elegir al socialista Rafael Simancas, con el apoyo de Izquierda Unida, nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. Su huida del Parlamento autonómico antes de la votación propició finalmente una nueva convocatoria de elecciones, que ganó Esperanza Aguirre al frente del PP en octubre de ese año.
Durante los días previos a la votación, José Antonio Expósito se encargó de proteger a los diputados socialistas. El escolta declaró ante un juez que estaba "casi totalmente convencido de que el sobre" para pagarle salió del despacho profesional de los constructores Francisco Vázquez y Francisco Bravo -tío y sobrino y socios en el negocio inmobiliario-. Fuentes próximas a los constructores desmintieron este extremo.
El juicio al que se enfrenta ahora Expósito es por hacerse pasar por agente del CNI y vender informaciones reservadas y personales de particulares, especialmente de extranjeros, y de los propietarios de determinados vehículos a terceros. También están implicados dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, destinados a la comisaría de Marbella (Málaga) y el distrito de Centro, en Madrid. La intención del escolta era "lucrarse suministrando [la información] a diferentes empresas e instituciones a cambio de dinero", según el escrito de la Fiscalía.
Los dos policías suministraron en al menos una veintena de ocasiones información reservada a José Antonio Expósito. Éste realizó seguimientos, escuchas y vigilancias de diversas personas, bien por sí mismo o a través de otras personas. Según el relato de hechos del fiscal, el acusado, en una ocasión, para obtener la ayuda de otra persona, se hizo pasar por agente del CNI y "le convenció de que le iba a contratar como agente a su cargo, llegando a confeccionarle el carné y placa del CNI, mediante copia y escaneado de originales y posterior impresión de tinta con la fotografía y datos" de esa persona.
En otras ocasiones, se hizo pasar por espía y se identificó como tal "ante diferentes particulares, así como entidades públicas y empresas privadas", según la acusación. "Utilizaba papel con membrete o signos distintivos del CNI, gorras con escudos bordados del CNI, carteras del Ministerio de Defensa, luces azules similares a las de la policía y aparatos técnicos de escucha, escáneres y otros similares, así como chapas, carteras y supuestos carnés con anagramas del CNI", mantiene la Fiscalía. Y todo ello era confeccionado por él mismo o por otras personas a su cargo imitando otras auténticas.
Los policías nacionales se enfrentan a una pena de cinco años de prisión y ocho años de inhabilitación absoluta por el delito de descubrimiento y revelación de secretos cometido por funcionarios públicos.
La defensa de Expósito mantiene su inocencia, ya que el escolta no ha comerciado en ningún caso con datos privados. "Como miembro de seguridad del Banco de Santander, debía comprobar si un vehículo que presentaba sospechas tenía algún tipo de requisitoria o había sido sustraído, hechos que incrementaban una potencial situación de peligro", mantiene la defensa en su escrito de calificación.
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