NUEVA YORK, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos reafirmó este viernes ante Cuba su compromiso con la promoción de una política migratoria "segura, ordenada y legal" y solicitó a las autoridades del país caribeño que garanticen la seguridad necesaria para que los observadores norteamericanos puedan comprobar que los cubanos repatriados tienen acceso a los servicios sociales básicos, informó el Departamento de Estado norteamericano en un comunicado.
Autoridades cubanas y estadounidenses celebraron en La Habana una reunión en el marco de las negociaciones migratorias, reanudadas el pasado mes de julio después de un paréntesis de seis años.
El secretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental, Craig Kelly, "expresó la voluntad de nuestro Gobierno de continuar con un diálogo constructivo con Cuba para avanzar en los intereses de Estados Unidos y en los asuntos de preocupación mutua", indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
El representante estadounidense "destacó las áreas de cooperación en las que se ha tenido éxito, al tiempo que identificó los asuntos que han obstaculizado la plena implementación de el acuerdo migratorio".
Según el documento, Kelly solicitó a las autoridades cubanas que den garantías a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana para que pueda comprobar que los migrantes repatriados tienen acceso a los servicios sociales básicos. Además, Washington solicita al Gobierno de Cuba que no trate como delincuentes a los cubanos que sean devueltos por Estados Unidos, agregó el comunicado.
La inmigración es un tema sensible en Cuba, que acusa a Estados Unidos de fomentar la emigración ilegal para intentar desestabilizar su sistema socialista. Las dos naciones firmaron en 1995 un acuerdo migratorio para frenar el éxodo de balseros cubanos en medio de la severa crisis económica tras el derrumbe de la Unión Soviética.
Cuba se comprometió a detener las salidas ilegales y Estados Unidos a devolver a los emigrantes interceptados en alta mar y entregar 20.000 visas anuales a los ciudadanos de la isla, para que emigren de forma organizada.
Las conversaciones semestrales fueron establecidas para supervisar el cumplimiento del pacto. Pero el ahora ex presidente George W. Bush las interrumpió en 2003 cuando endureció su posición frente al Gobierno de Castro.
(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)
Estados Unidos reafirmó este viernes ante Cuba su compromiso con la promoción de una política migratoria "segura, ordenada y legal" y solicitó a las autoridades del país caribeño que garanticen la seguridad necesaria para que los observadores norteamericanos puedan comprobar que los cubanos repatriados tienen acceso a los servicios sociales básicos, informó el Departamento de Estado norteamericano en un comunicado.
Autoridades cubanas y estadounidenses celebraron en La Habana una reunión en el marco de las negociaciones migratorias, reanudadas el pasado mes de julio después de un paréntesis de seis años.
El secretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental, Craig Kelly, "expresó la voluntad de nuestro Gobierno de continuar con un diálogo constructivo con Cuba para avanzar en los intereses de Estados Unidos y en los asuntos de preocupación mutua", indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
El representante estadounidense "destacó las áreas de cooperación en las que se ha tenido éxito, al tiempo que identificó los asuntos que han obstaculizado la plena implementación de el acuerdo migratorio".
Según el documento, Kelly solicitó a las autoridades cubanas que den garantías a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana para que pueda comprobar que los migrantes repatriados tienen acceso a los servicios sociales básicos. Además, Washington solicita al Gobierno de Cuba que no trate como delincuentes a los cubanos que sean devueltos por Estados Unidos, agregó el comunicado.
La inmigración es un tema sensible en Cuba, que acusa a Estados Unidos de fomentar la emigración ilegal para intentar desestabilizar su sistema socialista. Las dos naciones firmaron en 1995 un acuerdo migratorio para frenar el éxodo de balseros cubanos en medio de la severa crisis económica tras el derrumbe de la Unión Soviética.
Cuba se comprometió a detener las salidas ilegales y Estados Unidos a devolver a los emigrantes interceptados en alta mar y entregar 20.000 visas anuales a los ciudadanos de la isla, para que emigren de forma organizada.
Las conversaciones semestrales fueron establecidas para supervisar el cumplimiento del pacto. Pero el ahora ex presidente George W. Bush las interrumpió en 2003 cuando endureció su posición frente al Gobierno de Castro.
(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)
No hay comentarios:
Publicar un comentario