Francisco, submarinista profesional de 42 años, se sumergió sin botella de oxígeno tras ayudar a un amigo a reparar un barco en El Espalmador
13.12.09 - 00:44 -
ROCÍO GONZÁLEZ CARTAGENA. / La Verdad
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ROCÍO GONZÁLEZ CARTAGENA. / La Verdad
Dicen los que la conocen bien que la mar es bella, misteriosa y, sobre todo, peligrosa. Y, desgraciadamente, a veces no perdona ni a los que conviven con ella. Francisco tenía 42 años, pero según sus amigos era un apasionado del submarinismo desde crío. Ayer por la tarde se sumergió en el agua para intentar capturar un pulpo a pulmón. Pero ya no salió del agua por sí mismo. Murió ahogado.
El trágico suceso ocurrió en el muelle del Espalmador, ubicado junto a la antigua sede del Museo Nacional de Arqueología Subacuática. Eran cerca de las dos de la tarde cuando un compañero le pidió a Francisco, profesional del buceo, ayuda para atar unos cabos de su barco. Al parecer y según los testimonios recogidos ayer por este diario en El Espalmador, tras terminar el trabajo, Francisco comentó que había visto un pulpo a escasa profundidad y le dijo a su compañero que iba a intentar capturarlo. Confiado en sus posibilidades, se sumergió sin botella de oxígeno.
«Creíamos que se había ido como otras muchas veces a por un pulpo o a coger almejas y no le dimos más importancia. Pero empezamos a asustarnos cuando eran ya las cinco y nadie había visto a Paco ni salir ni nada», comentaban a última de la tarde sus compañeros.
Los pescadores llamaron al Centro de Coordinación de Emergencias, desde donde avisaron a las fuerzas locales: Bomberos, Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil. Tras una búsqueda de dos horas con una zodiac, buceadores expertos localizaron el cadáver.
Pasaban unos minutos de las ocho y media y el cuerpo estaba justo debajo del barco donde le vieron con vida por última vez. Aún aturdidos, sus amigos lamentaban la pérdida: «No sabemos qué le ha podido pasar. Pero esta Navidad va a ser muy triste para su familia. Tenía un crío de unos 8 o 9 años, así que fíjate...».
El trágico suceso ocurrió en el muelle del Espalmador, ubicado junto a la antigua sede del Museo Nacional de Arqueología Subacuática. Eran cerca de las dos de la tarde cuando un compañero le pidió a Francisco, profesional del buceo, ayuda para atar unos cabos de su barco. Al parecer y según los testimonios recogidos ayer por este diario en El Espalmador, tras terminar el trabajo, Francisco comentó que había visto un pulpo a escasa profundidad y le dijo a su compañero que iba a intentar capturarlo. Confiado en sus posibilidades, se sumergió sin botella de oxígeno.
«Creíamos que se había ido como otras muchas veces a por un pulpo o a coger almejas y no le dimos más importancia. Pero empezamos a asustarnos cuando eran ya las cinco y nadie había visto a Paco ni salir ni nada», comentaban a última de la tarde sus compañeros.
Los pescadores llamaron al Centro de Coordinación de Emergencias, desde donde avisaron a las fuerzas locales: Bomberos, Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil. Tras una búsqueda de dos horas con una zodiac, buceadores expertos localizaron el cadáver.
Pasaban unos minutos de las ocho y media y el cuerpo estaba justo debajo del barco donde le vieron con vida por última vez. Aún aturdidos, sus amigos lamentaban la pérdida: «No sabemos qué le ha podido pasar. Pero esta Navidad va a ser muy triste para su familia. Tenía un crío de unos 8 o 9 años, así que fíjate...».
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