J. A. GONZALEZ / A. PÉREZ CARTAGENA / MURCIA/ la Verdad
El Juzgado de Primera Instancia número 33 de Madrid dejó ayer visto para sentencia el juicio en el que la empresa Bureau Investment S.L. reclama a Greenpeace 36.000 euros como indemnización por el hundimiento del mercado que, interpreta, causó el fotomontaje que la organización ecologista publicó en 2007 pronosticando la inundación de La Manga por efecto del cambio climático.
Portavoces de Greenpeace se mostraron ayer «tranquilos» y confiados en que su «llamada de atención» respecto al peligro del aumento del nivel del mar «no causó la debacle inmobiliaria, generada por otros motivos. Queremos que las inmobiliarias salgan de la crisis pero no a costa de Greenpeace», afirmaron.
Base científica
En el mismo sentido, el director de campañas de Greenpeace España, Mario Rodríguez, aseguró que el fotomontaje era de «carácter divulgativo y concienciador», y tenía como base los informes científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU.
«Queríamos llamar la atención sobre los efectos del cambio climático en nuestro país, de cumplirse las predicciones de los científicos», dijo Rodríguez. A su juicio, las inmobiliarias que han demandado a Greenpeace por hundir presuntamente el mercado de venta de casas en La Manga con la campaña Photoclima «tratan de mezclar el pinchazo de la burbuja especulativa inmobiliaria con la un documento basado en informes científicos».
Según los ecologistas, si el mercado de la vivienda ha caído es por lo mismo que lo ha hecho en el resto del país: por el exceso de oferta y los altos precios de las casas.
«Las inmobiliarias tratan de matar al mensajero, cuando todos los expertos identifican La Manga como unas las zonas de España con un riesgo alto de inundación por la subida del nivel del mar que origina el aumento de las temperaturas». Éstas se incrementan, a su vez, debido la mayor emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Mario Rodríguez recordó que en la campaña Greenpeace hizo también fotomontajes del río Ebro a su paso por Zaragoza o la Sierra de Doñana, lo que demuestra que «no hubo un ánimo de perjudicar al sector de la construcción, sino de llamar la atención sobre las zonas de alto riesgo de inundación».
Y lanzó un mensaje de optimismo a los vecinos y propietarios de viviendas en La Manga: «Aún estamos a tiempo de evitar que la situación sea irreversible, porque los procesos de cambio climático no son drásticos de forma inminente. Aunemos fuerzas para que nadie tenga que lamentarse en el futuro de que pudimos hacer mucho para evitar las consecuencias drásticas del cambio climático».
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