El Gobierno apuesta por cambiar los tipos de contrato de formación y prácticas
26.11.09 - 01:11 -
ELISA GARCÍA MADRID/ La Verdad
26.11.09 - 01:11 -
ELISA GARCÍA MADRID/ La Verdad
España no puede permitirse una tasa de paro del 53% entre los jóvenes de 16 a 19 años que aspiran a una colocación. El Ministerio de Trabajo e Inmigración es consciente de este drama, que se acerca al 35% en el colectivo de 20 a 24 años; y al 22% en el de 25 a 29. Su titular, Celestino Corbacho, ha propuesto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convertir a los trabajadores de menor edad en los principales destinatarios de las ayudas laborales públicas, tanto para que desarrollen su actividad como asalariados o como emprendedores. Además, aboga por revisar y adaptar a la situación actual modalidades de empleo creadas especialmente para la inserción profesional de los jóvenes. Es el caso de los contratos de formación y prácticas.
La conveniencia de reorientar los incentivos figura en un escrito elaborado por Trabajo, en el que Corbacho expone su preocupación. El Ministerio aboga por corregir el sistema educativo para evitar el abandono prematuro de la escuela, situado entre los más altos de Europa. Uno de cada tres estudiantes españoles no llega a la enseñanza secundaria. Asimismo, considera imprescindible mayor conexión entre la universidad y la empresa. Urge acercar los conocimientos impartidos a las necesidades de la producción.
El contrato de formación compatibiliza enseñanza teórica y práctica laboral para que los jóvenes de 16 a 24 años desarrollen un oficio o puedan ocupar un puesto de trabajo que requiere ciertos conocimientos especiales. Su duración no puede ser inferior a seis meses ni superior a dos años, salvo que el convenio recoja otra cosa. La retribución igualmente es la marcada por el acuerdo colectivo y nunca será inferior al salario mínimo interprofesional.
La modalidad de prácticas es similar. Está dedicada a jóvenes universitarios o de formación profesional de grado medio o superior que han terminado los estudios en los últimos cuatro años. La duración es la misma que en el de formación y el salario, nunca inferior al 60 o al 75% del establecido por convenio para el primero o el segundo año de vigencia.
«Farragosa»
Para el ministro se trata de buenas contrataciones pero su aplicación resulta «farragosa» y «desanima» a los empleadores. El problema se agrava cuando son las pequeñas y medianas empresas las que optan a su utilización.
El responsable de Trabajo aseguró que, de acuerdo con los agentes sociales y las comunidades autónomas, elaborará una propuesta. El objetivo del nuevo proyecto será convertir los contratos de formación y prácticas en modalidades atractivas. Espera que el entendimiento entre todos los interlocutores surja en próximas semanas.
Las declaraciones de Corbacho tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados, donde acudió para responder a una interpelación planteada por CiU. El grupo catalán denunció que en los últimos dos años el total de parados menores de 25 años se ha duplicado, al pasar de 235.125 personas a 461.474 y culpó al Gobierno de Rodríguez Zapatero de "este fracaso social". A su juicio, el Ejecutivo está cruzado de brazos y por no hacer nada "ha hipotecado a toda una generación de jóvenes", denominada "ni, ni, ni", porque "ni estudian ni trabajan ni buscan empleo".
También UGT mostró ayer su inquietud por el negro futuro que planea sobre los jóvenes y defendió la aplicación de un plan de choque en línea con la propuesta de Corbacho. El sindicato apuesta por el establecimiento de "una línea de incentivos económicos" para la contratación de los parados menores de 29 años. "No se trata de un nuevo contrato sino de la concentración de los incentivos económicos de las administraciones" para que "los jóvenes que han perdido su empleo o que no lo tienen puedan conseguirlo o mejorar su cualificación", aclara la central en un comunicado.
La conveniencia de reorientar los incentivos figura en un escrito elaborado por Trabajo, en el que Corbacho expone su preocupación. El Ministerio aboga por corregir el sistema educativo para evitar el abandono prematuro de la escuela, situado entre los más altos de Europa. Uno de cada tres estudiantes españoles no llega a la enseñanza secundaria. Asimismo, considera imprescindible mayor conexión entre la universidad y la empresa. Urge acercar los conocimientos impartidos a las necesidades de la producción.
El contrato de formación compatibiliza enseñanza teórica y práctica laboral para que los jóvenes de 16 a 24 años desarrollen un oficio o puedan ocupar un puesto de trabajo que requiere ciertos conocimientos especiales. Su duración no puede ser inferior a seis meses ni superior a dos años, salvo que el convenio recoja otra cosa. La retribución igualmente es la marcada por el acuerdo colectivo y nunca será inferior al salario mínimo interprofesional.
La modalidad de prácticas es similar. Está dedicada a jóvenes universitarios o de formación profesional de grado medio o superior que han terminado los estudios en los últimos cuatro años. La duración es la misma que en el de formación y el salario, nunca inferior al 60 o al 75% del establecido por convenio para el primero o el segundo año de vigencia.
«Farragosa»
Para el ministro se trata de buenas contrataciones pero su aplicación resulta «farragosa» y «desanima» a los empleadores. El problema se agrava cuando son las pequeñas y medianas empresas las que optan a su utilización.
El responsable de Trabajo aseguró que, de acuerdo con los agentes sociales y las comunidades autónomas, elaborará una propuesta. El objetivo del nuevo proyecto será convertir los contratos de formación y prácticas en modalidades atractivas. Espera que el entendimiento entre todos los interlocutores surja en próximas semanas.
Las declaraciones de Corbacho tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados, donde acudió para responder a una interpelación planteada por CiU. El grupo catalán denunció que en los últimos dos años el total de parados menores de 25 años se ha duplicado, al pasar de 235.125 personas a 461.474 y culpó al Gobierno de Rodríguez Zapatero de "este fracaso social". A su juicio, el Ejecutivo está cruzado de brazos y por no hacer nada "ha hipotecado a toda una generación de jóvenes", denominada "ni, ni, ni", porque "ni estudian ni trabajan ni buscan empleo".
También UGT mostró ayer su inquietud por el negro futuro que planea sobre los jóvenes y defendió la aplicación de un plan de choque en línea con la propuesta de Corbacho. El sindicato apuesta por el establecimiento de "una línea de incentivos económicos" para la contratación de los parados menores de 29 años. "No se trata de un nuevo contrato sino de la concentración de los incentivos económicos de las administraciones" para que "los jóvenes que han perdido su empleo o que no lo tienen puedan conseguirlo o mejorar su cualificación", aclara la central en un comunicado.
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