La inversión que se realizó en la instalación de cañizos para sujetar la arena de las dunas costeras ha resultado inútil.
Estas y otras parecidas son las manifestaciones de los vecinos y veraneantes respecto al estado de los accesos a algunas playas de La Manga en el mar Mediterráneo, un uño después de instalar corta-vientos de cañizo sujetos a unos postes de madera que el viento ha destruido con facilidad.
Los residentes de la zona que dicen conocer la fuerza con que los vientos acometen la playa, aventuraban que el cañizo no duraría mucho, como así ha sido. Además de que rompía la estética del paisaje.
Ahora lo poco que queda de la instalación afea mucho por lo que mejor sería quitar esos restos que dan aspecto de abandono y desidia y dejar libremente las dunas como han estado siempre.
Estas y otras parecidas son las manifestaciones de los vecinos y veraneantes respecto al estado de los accesos a algunas playas de La Manga en el mar Mediterráneo, un uño después de instalar corta-vientos de cañizo sujetos a unos postes de madera que el viento ha destruido con facilidad.
Los residentes de la zona que dicen conocer la fuerza con que los vientos acometen la playa, aventuraban que el cañizo no duraría mucho, como así ha sido. Además de que rompía la estética del paisaje.
Ahora lo poco que queda de la instalación afea mucho por lo que mejor sería quitar esos restos que dan aspecto de abandono y desidia y dejar libremente las dunas como han estado siempre.
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