jueves, 5 de agosto de 2010

Zapatero acerca al PSOE a su mínimo electoral


05.08.10 - 00:26 -
PAULA DE LAS HERAS MADRID./ La Verdad
El PP saca seis puntos de intención de voto al partido gubernamental pese a la desconfianza en Rajoy
Ocho de cada diez votantes socialistas cuestionan la gestión del Gobierno, según el CIS
Nunca, desde la caída de Felipe González y la consecuente crisis interna que acogotó al PSOE, los socialistas habían estado en una situación electoral semejante. El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) augura a la formación que lidera José Luis Rodríguez Zapatero una intención de voto del 34,9%, la más baja desde que hace seis años llegó a la presidencia del Gobierno y a menos de un punto del resultado real obtenido por Joaquín Almunia en las generales del 2000. El Partido Popular, mientras, llega a su máximo histórico en esta legislatura, con una estimación del 41,2% de los sufragios, más de un punto por encima de sus apoyos de 2008.
El estudio fue realizado entre el 15 y el 22 de julio, es decir, inmediatamente después del Debate sobre el Estado de la Nación en el que José Luis Rodríguez Zapatero hizo balance de las medidas económicas puestas en marcha en el último tramo de su mandato, entre las que se incluyen la congelación de las pensiones, el recorte de la inversión pública, la rebaja del salario a los funcionarios o la reforma laboral criticada por los sindicatos hasta el punto de convocar una huelga general.
Fue además la semana en la que el jefe del Ejecutivo recibió al presidente de la Generalitat, José Montilla, para prometerle una fórmula que permita recuperar aquellos aspectos del 'Estatut' a los que el Tribunal Constitucional puso pegas formales. La encuesta no interroga acerca de ninguna de estas cuestiones, ni pregunta a los electores por los motivos que mueven sus intenciones, pero lo cierto es que de abril -fecha del último barómetro- a julio, la fidelidad de voto ha bajado en casi diez puntos para el partido gubernamental. Tan sólo cinco de cada diez votantes del PSOE en 2008 repetirían (52,4%).
En los últimos meses los socialistas han tenido que hacer frente a la acusación de que han enterrado sus principios. Zapatero se defiende como gato panza arriba negando que haya abrazado el liberalismo. El hecho es que existe un desfase entre la propia ubicación ideológica de los simpatizantes del PSOE y la que atribuyen al partido. El 54% de los votantes se identifican con la izquierda moderada, pero sólo el 45,7% (ocho puntos menos) cree que la formación a la que dieron su confianza se mueve en esa franja.
El 23,4% se sitúa en el centro, pero son más aún, un 28,4%, los que colocan allí al partido y aún hay un 4,3% sus votantes que lo encasillan en la derecha moderada.
Abstención de izquierda
Con todo, Izquierda Unida no se beneficia de la situación. De hecho, solo tres de cada cien antiguos votantes de Zapatero dicen que, de celebrarse hoy elecciones, apostarían por el partido que lidera Cayo Lara, un auténtico desconocido para la mitad de los electores socialistas e incluso para el 30% de los de su partido. Seis de cada cien se pasarían al PP y dos a UPyD. Sin embargo, el grueso de los descontentos, un 33%, optaría por el voto en blanco, la abstención o la duda.
A efectos prácticos, la decisión de no votar es casi tan problemática para el PSOE como la de optar por otra fuerza política, o incluso más. Pero es la consecuencia de que ocho de cada diez votantes de Zapatero cuestionen ahora su gestión (más de la mitad la tilda de «regular» y el resto, directamente, de mala o muy mala) y de que, al mismo tiempo, la percepción general de la labor que desempeña Mariano Rajoy sea tremendamente negativa. El 67% de los españoles dice que lo hace «mal» o «muy mal» y tres cuartas partes de los votantes del PP le ponen peros.
Con todo, la fidelidad de voto del primer partido de la oposición sigue siendo muy elevada. En abril, y justo en coincidencia con el levantamiento del secreto de sumario del 'caso Gürtel', los populares sufrieron una caída que rebajó sus expectativas electorales del 40% al 39,5%. Ahora, en cambio, el desgaste causado por la corrupción parece haberse disuelto como un azucarillo. El porcentaje de quienes afirman que seguirán dando su apoyo al partido de las gaviotas ha crecido en tres puntos y son ya, prácticamente, ocho de cada diez votantes del PP en 2008.
Y eso que la desconfianza en Rajoy sigue aumentando entre sus propios votantes. En julio, el nada despreciable 58,3% expresó sus recelos hacia el líder del partido conservador. Lo que ocurre es que, por primera vez, Zapatero se acerca a un veredicto semejante entre sus huestes: casi el 55% admite que el presidente del Gobierno les suscita «poca o ninguna» confianza.
El último CIS recoge además otro dato significativo ahora que se ha reabierto el debate del 'Estatut' y Zapatero está dispuesto a meterle mano. Y es que la mitad de los socialistas quieren un Estado autonómico como el actual y una quinta parte incluso desearía que las comunidades tuvieran menor autonomía o que el español fuera un modelo centralista. Los que abogan por más capacidad de autogobierno o incluso por una estructura en la que se pueda optar por la independencia son, únicamente, el 21%.

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