jueves, 8 de abril de 2010

MURCIA/ «Me acosté y tomé cocaína con ella cuatro o cinco veces»

Los menores a los que su vecina supuestamente corrompió relatan que ésta les ponía películas pornográficas, incluso algunas sobre zoofilia
08.04.10 - 01:13 -
RICARDO FERNÁNDEZ MURCIA./ la Verdad
La historia es terriblemente escabrosa desde sus orígenes. El trágico arranque tuvo lugar hace unos meses, cuando un vecino de la pedanía murciana de Puente Tocinos, llamado Jesús, falleció en un accidente de motocicleta cuando regresaba de la calle Santa Rita, en el barrio murciano de La Fama, de adquirir un trozo de hachís para su propio consumo. Llevaba de 'paquete' en la moto a un menor de 14 años, hijo de unos vecinos de la zona, que tuvo bastante más fortuna y sólo sufrió algunas lesiones, de las que se recuperó al cabo de unas semanas.
Fue a partir de ese instante cuando la viuda, Maravillas G.B., y el adolescente que había sobrevivido al accidente comenzaron a estrechar sus lazos. La mujer pedía a los padres del chiquillo que dejaran a éste, de 14 años, así como a un hermano de 12 años, pasar largas horas en su domicilio, aduciendo que se sentía muy sola y que le hacían mucha compañía. Lo que jamás pudieron imaginar los progenitores de los dos chicos era lo que realmente iba a acabar ocurriendo en aquella casa, como tampoco imaginaban el enorme golpe emocional y psicológico que iban a recibir cuando se enteraran de la verdad.
Las declaraciones prestadas, hasta el momento, por cinco menores de edad en el Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia, que coordina la investigación del caso de presunta corrupción y abusos sexuales a menores, así como de inducción al consumo de drogas, han permitido conocer con detalle el tipo de enfermiza y peligrosa convivencia que la sospechosa había entablado con un amplio grupo de chiquillos.
«Desde el accidente de Jesús éramos como novios, aunque ahora ya no lo somos. En el bancal nunca llegamos a tener relaciones sexuales. Antes de que Jesús muriera nunca las tuvimos, y después hemos tenido cuatro veces y siempre en el dormitorio de ella. Eran mis primeras relaciones sexuales. La puerta de la habitación estaba cerrada. Yo me quedaba allí a dormir toda la noche. Mis amigos se quedaban fuera. Ellos no supieron lo que realmente ocurría dentro de la habitación hasta que mi madre lo descubrió y lo denunció». Tal es la forma en que uno de los menores, 'J', de 14 años, ha relatado el tipo de relaciones que mantenía con Maravillas G.B., con quien asegura que incluso llegó a celebrar «una boda ficticia».
«Ocurrió en presencia de 'JA' (otro de los chicos). El motivo de casarme con ella era que quería demostrarle que realmente estaba enamorado de ella», ha explicado.
«Me he fumado 15 porros»
No menos sorprendente resulta el relato de este menor acerca del consumo de drogas en esa vivienda. El chico ha reconocido que una fotografía localizada por la Policía en Tuenti fue tomada en casa de Maravillas mientras él y otros tres menores, entre ellos su hermano de 12 años, se fumaban un porro de marihuana que presuntamente les había pasado la sospechosa.
Sobre la cocaína, las declaraciones son también sumamente contundentes. Al ser preguntado si había consumido esa droga y de qué forma, el menor relató que «la fumaba», además de reconocer que en la cocina de la casa de Maravillas había una bolsita con ese estupefaciente y que en ocasiones consumía de allí. «'E' (otro de los chicos) trajo cocaína cuatro o cinco veces y cada una de esas veces consumí una vez. 'E' le daba la cocaína a Mavi (Maravillas) y ella me la daba a mí».
Pese a sus sólo 12 años de edad, el testimonio prestado por 'B', hermano del anterior, es muy minucioso y esclarecedor. «Cuando Jesús vivía, Mavi no nos ofrecía drogas. Pero después sí nos ofrecía hachís», y cuenta que no sólo a él y a su hermano, sino «a alguno más que ha subido a la casa; han subido un montón» y aporta otros siete nombres de chicos.
Sobre la cocaína, confirma que la sospechosa le ofreció una dosis, pero que se negó a probarla porque le daba miedo. «Quien sí la probó fue mi hermano, dos o tres veces». Y confirma que en alguna ocasión Mavi se lo llevó a comprar drogas y que él esperaba en el coche a que ella saliera del domicilio de los traficantes.
El chico también ofreció detalles del tipo de relación que su hermano, dos años mayor, mantenía con la acusada. «A mí y a otro chico sólo nos daba picos en la boca, sin lengua. Los morreos a mi hermano sí eran con lengua. Ellos sí tuvieron 'eso', relaciones sexuales. Mi hermano me lo contó cuando ya se descubrió toda la verdad».
Aunque el chiquillo asegura que nunca se sintió acosado por Maravillas pese a los picos que le daba en los labios, sí admite que esos besos le han hecho sentirse «un poco perjudicado psicológicamente».
Otro de los menores, 'BA', de origen marroquí, también ha admitido en sus declaraciones haber consumido porros de marihuana y de hachís, así como haber acompañado a Mavi a comprar droga, al igual que otros tres menores.
Es este chico quien ofrece datos a los investigadores acerca de la posible presencia -más tarde confirmada por otro de los menores- de dos chiquillas de corta edad en la vivienda y que también habrían podido verse afectadas por ese sórdido ambiente. Una de ellas, de seis o siete años, es la hermana menor de los dos chicos que frecuentaban la casa de Maravillas. «La niña estaba al tanto de todo lo que ocurría allí, tanto del tema de la droga como de las relaciones sexuales entre Mavi y su hermano. Siempre estaba presente cuando estábamos fumando porros y una vez entró en la habitación y se encontró a Mavi en bragas y a su hermano en pelotas».
Y es también el primero en relatar que, además de drogas, consumían pornografía infantil en forma de películas, algunas de gran dureza. «Le pedíamos permiso a Mavi para ver las películas, bien en el ordenador o en el DVD. Recuerdo una película que era como de los años 70, en un hospital, y había una médica y llegaba el enfermero y tenían relaciones sexuales completas y se veía la penetración en primer plano. Que también vieron películas entre animales y personas». El chico aclara que ese tipo de películas las veían cuatro de los menores que frecuentaban la casa.
Más datos sobre este sórdido asunto fueron aportados por otro de los adolescentes quien, tras admitir que fumó marihuana en casa de Mavi y que a su amigo de 14 años lo vio esnifar y fumar cocaína, explica que en dos ocasiones vio películas pornográficas, que las ponía Mavi a petición de ellos, «y que incluso una vez, las dos niñas pequeñas, 'A', de siete años, e 'I', de seis años, le preguntaron a Mavi si podían pasar también a ver la película, que les dijo que sí y ellas pasaron». El último de los menores localizados hasta el momento por la Policía, 'E', confirma haber consumido hachís y marihuana, da los nombres de otros tres menores que también tomaban drogas en casa de la sospechosa y admite que intuía que ésta tenía sexo con su amigo de 14 años. «Con 'J' tenía una relación sentimental. Los veía abrazándose y besándose y creo que sí llegaron a tener sexo, ya que siempre se les veía besándose y 'J' llegó a pasar dos noches en casas de Maravillas. También relata los episodios de visionado de películas pornográficas, pero ofrece una nueva variante respecto de las drogas. Aunque admite haberse fumado porros, niega que hubiera en la casa consumo de cocaína, una droga que todos los demás le atribuyen a él haberla conseguido, bien extorsionando a un vecino o robándosela a su tío.
Consciente de que admitir que llevaba cocaína a esa casa puede suponerle un problema legal ante el Juzgado de Menores, y así se lo hizo saber el juez instructor, el chico señaló que nunca había llevado cocaína, sino Ibuprofeno que cogía de su casa. «Mavi me pedía cocaína, pero yo la engañaba con ese medicamento».
Indicios rotundos
El juez instructor, a la vista de estas declaraciones de los chicos, prestadas la pasada semana, ha decidido mantener en prisión a Maravillas G.B como sospechosa de delitos de abusos sexuales a menores y contra la salud pública, por inducir presuntamente al consumo de drogas a esos menores. En su auto de confirmación de la prisión preventiva, el magistrado señala que «los indicios existentes contra la encausada son rotundos, incluso a día de hoy, y tras las declaraciones de los menores, de mucho mayor calado, por las manifestaciones de esos chicos adverando con rotundidad cómo en esa casa se les proporcionaban todo tipo de drogas, inclusive cocaína (por más que ahora 'E', bien advertido de las consecuencias que en la Fiscalía de Menores pudiera tener su conducta de tráfico conjunto de drogas junto a Maravillas, pretenda hacer pasar la cocaína por algo tan poco estimulante como un antiinflamatorio). Siendo de reseñar que han aparecido datos nuevos, especialmente graves, como la exhibición de pornografía a estos niños y a dos criaturas de una edad bastante más tierna, con bestialismo añadido, sólo apto para ciertos mayores de edad (que no para todos)».
La Policía sigue tratando de localizar a otros menores que pudieran haberse visto implicados en ese tipo de prácticas en casa de la sospechosa.

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