CARLOS GARRIDO / La Opinión
¿Cómo es posible que en 2008 los murcianos gastaran menos dinero en los casinos, los bingos, en los cupones de la ONCE y en las apuestas del estado, pero creciera un 2,77% el gasto total en juegos de azar en la Región? La respuesta la tienen las tragaperras. Tragaperras, que no sólo sostuvieron la inversión del año anterior en Murcia, sino que la multiplicaron. Los murcianos gastaron el año pasado 1.162 millones de euros en sus apuestas. De este potosí, el 48%, 568 millones, fue introducido moneda a moneda en las máquinas de las luces.
Si se trasladasen estas cifras al mercado futbolístico, con esa desorbitante cantidad de dinero se podría haber comprado cinco veces a Cristiano Ronaldo más una vez a Kaká. Y es que los juegos de azar mueven en España cantidades mareantes. El último estudio del ministerio del Interior sobre juegos de azar -que recoge los datos de 2008- dice que cada murciano gastó una media 100 euros en las máquinas recreativas durante el año pasado. Sólo los baleares apostaron unos euros más por cabeza. Mientras que la media nacional es de 79 euros por ciudadano. Es evidente que todos los habitantes de la Región no jugaron esa cantidad. Lo que sugiere que la gente que suele apostar habitualmente invierte cantidades ingentes de dinero en las tragaperras. Todo un 'esfuerzo' económico que persigue una suerte que por pura probabilidad sólo acaricia a unos pocos elegidos. El resto del pastel son los réditos de los empresarios, y la porción especial que recauda el Estado; miles de millones al año en impuestos y retenciones generados por las apuestas de los españoles.
La cantidad total gastada en España en juegos de azar durante el año pasado ascendió a 32.309,11 millones de euros. Cifra imponente que indica la importancia que este sector tiene en la actividad económica nacional. La preferencia popular por las tragaperras se repite sistemáticamente en todas las comunidades autónomas, como un impulso que se impone al resto de modelos de apuesta, ya sean públicos o privados. Esta dinámica genera cifras millonarias anualmente. El 45% del dinero apostado en España en 2008 -14.500 millones de euros- procedió de las monedas introducidas en las máquinas tragaperras. Los españoles que más dinero gastaron en los salones recreativos fueron los catalanes, donde se alcanzaron los 2.252 millones de euros invertidos.
La potencia del gasto de los murcianos en este tipo de juego de azar es también absoluta. Durante 2008 se jugó mucho menos en los casinos y los bingos de la Región, pero sin embargo el balance global del dinero invertido en los espacios recreativos privados se multiplicó. Respecto a 2007, los murcianos gastaron 14 millones de euros más en las tragaperras. Lo que para la mayoría de establecimientos privados fue un mal año -en los casinos se ingresaron 15 millones de euros menos y en los bingos 12- para los salones recreativos fue un curso excelente y de crecimiento. Crecimiento que se viene observando desde hace años tanto en Murcia como en el resto de regiones de forma progresiva. Cada vez se apuesta menos en la mayoría de juegos de azar, pero se apuesta más en las máquinas. Tanto, que son las tragaperras las que permiten que el sector de los juegos de azar siga creciendo año a año, moneda a moneda.
Si se trasladasen estas cifras al mercado futbolístico, con esa desorbitante cantidad de dinero se podría haber comprado cinco veces a Cristiano Ronaldo más una vez a Kaká. Y es que los juegos de azar mueven en España cantidades mareantes. El último estudio del ministerio del Interior sobre juegos de azar -que recoge los datos de 2008- dice que cada murciano gastó una media 100 euros en las máquinas recreativas durante el año pasado. Sólo los baleares apostaron unos euros más por cabeza. Mientras que la media nacional es de 79 euros por ciudadano. Es evidente que todos los habitantes de la Región no jugaron esa cantidad. Lo que sugiere que la gente que suele apostar habitualmente invierte cantidades ingentes de dinero en las tragaperras. Todo un 'esfuerzo' económico que persigue una suerte que por pura probabilidad sólo acaricia a unos pocos elegidos. El resto del pastel son los réditos de los empresarios, y la porción especial que recauda el Estado; miles de millones al año en impuestos y retenciones generados por las apuestas de los españoles.
La cantidad total gastada en España en juegos de azar durante el año pasado ascendió a 32.309,11 millones de euros. Cifra imponente que indica la importancia que este sector tiene en la actividad económica nacional. La preferencia popular por las tragaperras se repite sistemáticamente en todas las comunidades autónomas, como un impulso que se impone al resto de modelos de apuesta, ya sean públicos o privados. Esta dinámica genera cifras millonarias anualmente. El 45% del dinero apostado en España en 2008 -14.500 millones de euros- procedió de las monedas introducidas en las máquinas tragaperras. Los españoles que más dinero gastaron en los salones recreativos fueron los catalanes, donde se alcanzaron los 2.252 millones de euros invertidos.
La potencia del gasto de los murcianos en este tipo de juego de azar es también absoluta. Durante 2008 se jugó mucho menos en los casinos y los bingos de la Región, pero sin embargo el balance global del dinero invertido en los espacios recreativos privados se multiplicó. Respecto a 2007, los murcianos gastaron 14 millones de euros más en las tragaperras. Lo que para la mayoría de establecimientos privados fue un mal año -en los casinos se ingresaron 15 millones de euros menos y en los bingos 12- para los salones recreativos fue un curso excelente y de crecimiento. Crecimiento que se viene observando desde hace años tanto en Murcia como en el resto de regiones de forma progresiva. Cada vez se apuesta menos en la mayoría de juegos de azar, pero se apuesta más en las máquinas. Tanto, que son las tragaperras las que permiten que el sector de los juegos de azar siga creciendo año a año, moneda a moneda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario