Morente.
Eurovillas VI
Residencial
Nuevo Principado.
El Ayuntamiento, antes de parcelar y alquilar un espacio que
no es suyo, es decir, vía pública reservada a paseo (en los planos callejeros
municipales figura como zona verde) debe colocar en su sitio correspondiente,
ambos lados del paseo, bancos en cantidad suficiente. Los hay de todos los
precios y modelos. Solo hace falta
voluntad, buena voluntad y ganas de servir a todos, no a unos cuantos. Para el espacio disponible,
después de instalar bancos y fuentes, se podría estudiar la concesión de
licencias de ocupación de la vía pública, inventando terrazas para los
establecimientos que gustan de servir comidas en medio de la calle. Eso sí,
respetando los derechos de los residentes y paseantes, y sus propias normas:
Ordenanza Reguladora de las Instalaciones Temporales que, en este municipio, ni
son temporales, ni se retiran a diario, ni se reservan a mesas y sillas. Cabe
todo: toldos, marquesinas, atriles, carteles, vallas, jardineras, carros de
supermercado, bolsas de basura, pilas de mesas y sillas encadenadas, y todo lo
que les venga en gana a quienes pagan las tasas. De características estéticas
mejor no hablar. Se ofrece a los visitantes todo un muestrario de privatización
de jardines públicos, instalaciones eléctricas aéreas soportadas por árboles y
palmeras. Artefactos y artilugios metálicos rígidos. Carteles hasta en las
farolas. Televisores en los soportes de los toldos. El Paseo Río Nalón, hoy por
hoy, es la mejor muestra del dejar hacer. Con más de cuatrocientas viviendas
alrededor de este paseo, el control se ejerce desde los establecimientos
hosteleros y se consiente desde el Ayuntamiento. Alguien dijo que esto es gobernar. Seguramente se lo contaron.
Hace seis meses se denunciaba públicamente por primera vez,
en este medio, el injusto, abusivo y
descarado trato de favor que el Ayuntamiento de Los Alcázares dispensa a un
colectivo concreto y conflictivo (arrendatarios de suelo público) sin respetar
los derechos, incluso sociales, de cientos de residentes y visitantes.
Jueves, 6 de septiembre de 2012
LOS ALCÁZARES/
Expolio en el Residencial Nuevo Principado.
Comunidad de Propietarios Eurovillas
VI, Residencial Nuevo Principado.
En 2003 el precio de compra de un
apartamento en construcción (fecha de entrega 2005), en el edificio con el que
se completaba el Residencial Nuevo Principado, era de 2.167 € m² y el de una
plaza de garaje 1.000 € m². Es decir, 113.615 € un apartamento de 46,67 m² útiles y una
cochera de 12,50 m² .
Con fachada a la calle Río Arangüín, una vía abierta al tráfico. Si
era con fachada (vistas) al Paseo Río Nalón, excelencia viaria del entorno,
prestigio de la urbanización, el precio era sensiblemente superior, porque no
solo se adquiría un apartamento de lujo, sino el derecho al uso y disfrute de
un entorno privilegiado excelentemente dotado, como corresponde a un área
urbana calificada de Paseo.
Finaliza el negocio para el promotor
en 2005, con la entrega del edificio. El Ayuntamiento completa su aportación al
conjunto y los residentes y visitantes pueden disfrutar/disponer de un PASEO:
jardines, palmeras, árboles, maceteros, bancos y papeleras. Algunos de estos elementos de diseño exclusivo. Pero, precisamente a partir de ahí,
se intensifica otro negocio: el Ayuntamiento vende la vía pública.
Las arcas están vacías, la deuda histórica es descomunal, no hay un mendrugo
que llevarse a la boca,… el lujo asiático de la Casa Consistorial
no hace honor a lo que dentro se cuece, a la realidad.
La administración local (mayo 2011),
barajando posibles soluciones al problema y poder cumplir con las promesas de
cambio hechas a los ciudadanos, decide intensificar la venta (alquiler sine
die) de todo aquello que no está escriturado y registrado a nombre de los
contribuyentes: calles, avenidas, plazas y paseos. Su forma de proceder está
justificada, se trata de una situación heredada. Y se pone manos a la obra,
ofertándolo a un colectivo no deseado (por los problemas que acarrea) en otras
plazas: restauradores de calle. Y les da tantas facilidades que, tanto los que
están como los que llegan, exclaman ¡esto es Jauja!
Y claro está, como se les ha llamado
y prometido/consentido cosas, y ellos han invertido en mobiliario y
equipamiento de calle, incluso “retocando” instalaciones en los edificios,
tienen que aceptar sus exigencias: fuera todo el mobiliario urbano; todo lo que
estorba para poner “lo nuestro”. Y comienza el expolio al ciudadano común.
En agosto 2012 solo queda un jardín privatizado, unos pocos árboles y palmeras
y cinco papeleras, de las cuales tres ya no están fijadas al suelo, señal de
que pronto desaparecerán. Las papeleras son el símbolo del expoliador
público (antes y ahora) que de forma descarada e injusta ha desposeído,
despojado, usurpado y saqueado el espacio público de un residencial y los
derechos de un importante colectivo de ciudadanos, en especial de los
propietarios de viviendas.
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