Los líderes arropan a los rebeldes y llaman a la "reconciliación" en Libia
Radio Televisión Española
EFE
Cerca de seis meses después del comienzo de la operación aliada contra el régimen de Gadafi, sesenta países y organizaciones se han unido en una cumbre en París al Consejo Nacional de Transición (CNT) libio para ayudarle a emprender la reconstrucción del país con los bienes retenidos al anterior gobierno.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha llamado también a un proceso de “reconciliación y perdón” en la rueda de prensa con la que ha acabado la reunión de este jueves, a la que ha asistido el secretario general de la ONU y mandatarios de naciones que en su día criticaron los bombardeos, como China y Rusia.
Ahora, según Sarkozy, los participantes han decidido poner a disposición de las autoridades rebeldes de manera "inmediata” 15.000 millones de dólares de bienes que habían sido bloqueados al régimen libio en cumplimiento de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La cantidad total de los bienes retenidos en el extranjero a Gadafi, provenientes en su mayoría del petróleo, puede ser mucho mayor: hasta 100.000 millones de dólares según algunas fuentes. La distribución exacta y el calendario de desbloqueo de los fondos no fue especificado al término de la cumbre.
La OTAN seguirá su misión
En la declaración final de la cumbre no se ha dado por concluida la guerra, aunque se dice que "la caída de Gadafi es certera", y que hasta que el líder libio siga siendo una amenaza para la población, la OTAN mantendrá los bombardeos.
El texto insta a los libios decidir su futuro y el del dictador una vez que sea localizado, si bien la ONU "jugará un papel central para coordinar los esfuerzos internacionales en apoyo de la transición política y de la reconstrucción".
Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron, impulsores de este encuentro y copresidentes del mismo, han estado flanqueados en la presentación de las conclusiones por el presidente del CNT, Mustafa Abdelyalil, por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y por el emir de Qatar, Cheij Hamad Bin Jalifa Al Thani, el país árabe (con un régimen absolutista muy alejado de la democracia) que ha sostenido de forma más activa la revuelta.
"La población libia ha demostrado a todo el mundo que quería democracia y libertad, y que es un pueblo musulmán que respeta todos los compromisos", ha dicho Abdelyalil, que también ha llamado a evitar las represalias.
La reconstrucción, dentro y fuera de la cumbre
Ninguno de los líderes presentes en París han admitido haber hablado de negocios en esta cita, pero a nadie se le escapa que en la reconstrucción de las infraestructuras la participación de otros países puede ser tan importante como los beneficios que de ella se generen.
El diario Libération informaba este jueves de que supuestamente el CNT firmó un "acuerdo secreto" con Francia por el que a cambio de su respaldo "total y permanente" durante el conflicto, una vez terminado garantizaría el 35% del total del petróleo bruto del país a empresas francesas, algo no confirmado por ninguna de las partes.
Según Ban Ki-moon, las discusiones han sido "muy ambiciosas y amplias", y a corto plazo han incidido en que "claramente la necesidad más inmediata es cómo gestionar los desafíos humanitarios", como el regreso al país de la gente que lo abandonó cuando comenzó el conflicto.
El representante de la ONU ha anunciado el envío de una misión civil de su organización en Libia "tan pronto como sea posible". También se ha anunciado que el Grupo de Contacto será reemplazado por un "Grupo de los Amigos de la nueva Libia", cuya primera reunión tendrá lugar a finales de septiembre en Nueva York.
Al encuentro también ha asistido el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha deefndido que Libia sea un "estado plural". La declaración también pide a la ONU que considere a la delegación del CNT como "representante legítimo de su pueblo".
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