El Ayuntamiento asume la gestión de las 471 casas, viales y zonas que se construyeron hace 65 años para alojar a los militares destinados a la AGA
01.11.10 - 00:52 - ALEXIA SALAS
|La Ciudad del Aire dejará de ser una colonia militar construida hace 65 años al borde del Mar Menor para convertirse en una barriada más del municipio de San Javier. Varios años ha llevado la negociación del Ayuntamiento con el Instituto de la Vivienda de las Fuerzas Armadas para normalizar la situación de las 471 viviendas, viales, zonas verdes y servicios de esta urbanización, construida hace más de 65 años para alojar a los militares que llegaban con sus familias a prestar servicios en la Academia General del Aire.
Si el Ejército del Aire vio en los inicios el valor que tenía instalar una colonia residencial en la misma orilla del Mar Menor, también lo han visto décadas después inquilinos y administraciones. A la vista está los años que ha llevado la negociación, reuniones y desencuentros.
Con numerosas viviendas abandonadas, calles e infraestructuras deterioradas, el Invifas ha buscado en los últimos años poner a la venta los inmuebles y ceder la urbanización al Ayuntamiento, que se hará cargo del mantenimiento y los servicios públicos.
Para ello ha firmado al fin un convenio con el Ayuntamiento, por el que éste le reconoce al Invifas una superficie edificable de 34.200 m2 en la llamada Manzana 36, que contiene las conocidas como 'casas de los cabos', actualmente en estado de avanzado deterioro. En virtud de este acuerdo, el organismo autónomo del Ministerio de Defensa podrá construir más de 200 nuevas viviendas en dicha parcela, aunque hubieran podido ser más si no hubiera renunciado al 60% del remanente de edificabilidad que le correspondía, ya que la Ciudad del Aire presenta la más baja densidad del municipio.
Según el concejal de Urbanismo, Pedro Muñoz, «se le anulan 60.000 metros cuadrados de edificabilidad, por lo que no se trata de ningún pelotazo urbanístico».
Afirma que «el Invifas renuncia al beneficio económico por el bien común, para que la Ciudad del Aire se mantenga tal como está». La promoción de las viviendas permitirá al organismo de Defensa compensar los gastos a que le obliga el convenio, que adjudica al Invifas la renovación y ampliación de las redes de saneamiento, las de abastecimiento de agua, de suministro de energía y comunicaciones, además de la pavimentación de aceras y viales.
Más de dos millones de euros de gasto, según calcula Muñoz. Se ocuparán también de la mejora de parques y jardines públicos para que, en un plazo no menor de dos años, el Ayuntamiento integre esta colonia de 376.759 metros cuadrados en el sistema general de servicios públicos.
Una zona en derribo
Esta transición ha sido la principal preocupación de los vecinos de la barriada en los últimos años. Algunos hicieron cuantiosas reformas en lo que no eran más que unas casas de alquiler, en condiciones de privilegio pero sin posibilidad de compra. Otros han esperado con las viviendas en decadencia a ver si podían adquirir los inmuebles.
El Invifas ya manifestó hace años su intención de venderles las casas con estricto arreglo a la ley, aunque fue tajante al negar el derecho a la especulación del suelo en lo que siguen siendo terrenos de alta cotización por su cercanía al mar.
El edil aclara que «el Invifas ha dejado el compromiso por escrito de realojar en las mejores condiciones posibles a los inquilinos de la manzana 36», destinada al derribo para la construcción de las nuevas viviendas. El convenio no ha despejado, sin embargo, todas las dudas y ya han surgido los primeros interrogantes.
El PP se opuso al acuerdo «por su ambigüedad y porque no aparece valoración alguna de las obras de urbanización ni del aprovechamiento que se le da al Invifas», indica el portavoz popular, Juan Martínez Pastor.
Cree además que se deja en «indefensión a los vecinos de la manzana a demoler».
«Nos comprometemos a estudiar la modificación de las normas de planeamiento y, si da garantías a los vecinos, la apoyaremos», dice el edil. El Grupo Independiente, que sí apoyó el convenio, propone añadir una adenda que asegure «la protección de los vecinos afectados para que se cumpla la Ley de Movilidad del Ejército y todos los usuarios de viviendas tengan los mismos derechos».
Club sólo para suboficiales
Si la titularidad de la colonia pasa a ser pública, el Ayuntamiento cree que también el club de suboficiales, levantado en la misma orilla del Mar Menor, con balneario sobre la laguna, pistas deportivas y salones, debe abrirse también al resto de los vecinos de San Javier.
La alcaldesa, Pepa García, cree que esa exclusividad «resulta ya obsoleta y llegará el momento en que la gestión sea compartida porque saldrían ganando».
El Ayuntamiento integraría el club en la red de espacios para exposiciones, actos culturales, cursos y talleres. García cree que este cambio «necesitará tiempo y no se debe mezclar con el convenio». Reconoce que en los primeros contactos con el Ejército del Aire para abordar la apertura del club «no se le ve de momento partidario».
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