viernes, 13 de noviembre de 2009

CARTAGENA/ Las obras de ampliación de la refinería de Escombreras ya emplean a 4.500 personas


Yolasnda Martínez/ Cartagena/ La Verdad
La quinta parte del proyecto está finalizada y en un año se duplicará el número de trabajadores
Más de la mitad de las empresas son de la Región

Las obras de ampliación de la refinería de Repsol en Escombreras dan empleo en la actualidad a 2.700 personas, la mitad del pico máximo de puestos de trabajo que la compañía espera alcanzar en 2010, según el director de Recursos Humanos del complejo industrial, Andrés González. Pero son 4.500 los implicados en el mayor proyecto industrial que se realiza en España, contando los mil puestos generados en empresas de ingeniería y los 800 en talleres.
González explicó ayer en un encuentro con los medios de comunicación que la compañía ya realizada el 20% de la inversión prevista. Del mismo modo, aseguró que mantienen los plazos de ejecución del proyecto, con lo que la nueva refinería «estará operativa a mediados de 2011».
A fecha de hoy, la empresa ha completado una quinta parte de las obras, cuya inversión total se aproxima ya a los cuatro mil millones de euros. Los trabajos dan empleo a 309 empresas, el sesenta y tres por ciento de ellas locales, regionales o delegaciones municipales de empresas nacionales. El treinta y seis por ciento son nacionales, y tan sólo dos compañías son extranjeras.
El directivo añadió que en 2010 esperan «alcanzar el pico máximo de empleo previsto en unos cinco o seis mil trabajadores».
«Balón de oxígeno»
La multinacional considera que el proyecto ha supuesto «un importante balón de oxígeno para la actividad industrial de la Región en un momento en el que la industria está sufriendo». En su opinión se están cubriendo de forma satisfactoria sus expectativas de creación de empleo a nivel local.
En la actualidad, la refinería mantiene en marcha algunas de sus unidades, como el área de lubricantes y el resto, según dijo ayer González, «se están utilizando en función de la demanda de productos». El complejo de Escombreras paralizó su actividad hace unos meses «por razones de mercado, debido al descenso de los márgenes internacionales del refino». Aunque esta decisión, no afectó ni a la plantilla ni al proyecto de ampliación. Los 700 trabajadores de Repsol aprovecharon el periodo de inactividad para mejorar y ampliar su formación, así como para disfrutar de vacaciones y días libres atrasados.
Durante esta parada temporal de la producción, el proyecto de ampliación y modernización que se está desarrollando en Cartagena, «ha cobrado más sentido que nunca», ya que «corregirá» la situación en la que se encuentra actualmente la refinería, debido a su baja capacidad de producción de destilados medios (gasóleo y queroseno).
Duplicar la capacidad
La inversión de Repsol en la refinería permitirá duplicar su capacidad actual y producir hasta once millones de toneladas de producto, especialmente gasóleo y otros combustibles con mayor demanda. Fundamentalmente, la producción del complejo industrial serán destilados medios, lo que contribuirá a reducir de manera significativa el creciente déficit nacional de estos productos.
La afluencia de trabajadores al Valle de Escombreras obligó a poner en marcha un dispositivo de servicios de seguridad laboral y prevención que supervisan un centenar de expertos en riesgos laborales, así como un servicio médico con un facultativo de guardia, un enfermero, una UVI móvil y dos puestos más de atención médica. Además de áreas de descanso, se habilitó una zona de aparcamientos para para más de tres mil vehículos.
Hasta la fecha se han echado más de 4,6 millones de horas de trabajo, de las 20 millones proyectadas. Gran parte de ellas en trabajos de montaje de tuberías que conectarán todas las plantas de producción, tanto las nuevas entre sí, como éstas con la actual refinería.
Ya finalizó la obra civil en las interconexiones y algunas de las unidades de proceso y se está trabajando en la fase metalúrgica. Ya se iniciaron las obras de todos los edificios de subestaciones eléctricas, las salas de racks de tuberías y el nuevo cuarto de control del proyecto, que unificará las tareas de control de procesos.
Con la puesta en marcha de las nuevas unidades, la refinería de Cartagena se convertirá en una de las más modernas y con mayor capacidad de conversión del mundo y maximizará la producción de combustibles limpios para el transporte.

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