Una empresa de limpieza de lápidas duplica sus clientes en un año y lleva su modelo de negocio a cinco regiones
«Los clientes que entran, ya no salen», explica Juan Pedro Mellinas, fundador de Eternalia, la empresa de limpieza profesional de sepulturas y panteones que opera en varios cementerios de la Región. Y no es por los difuntos, cuya última morada esta firma se ocupa de tener a punto, sino por el alivio que supone a los familiares despreocuparse de la engorrosa tarea de la conservación, ya por la lejanía del domicilio, ya por las limitaciones de la edad o la falta de tiempo. «Muchas veces son los hijos los que me contratan porque sus padres les insisten en que lo hagan ellos, y cuando me conocen lo ven como una descarga», explica el creador de Eternalia. En el segundo año de funcionamiento del servicio ha duplicado el número de clientes y acaba de vender la franquicia a emprendedores de cinco regiones diferentes: Madrid, Barcelona, Sevilla, Cantabria y Vizcaya, «más otras dos que tengo en trámite», apunta Mellinas. «Suele suponer un ingreso complementario para una familia que tiene a alguien en el paro o para una empresa que quiere diversificar el negocio», explica.
El negocio ideado por este licenciado en Administración y Dirección de Empresas requiere arrojo con el cubo y la fregona pero también «tienes que tener fortaleza y no creer en cosas raras, hay gente que me contrata porque no quiere ni pisar el cementerio, pero para mí es como el que limpia una fachada», comenta Mellinas. El experto en marketing digital no tenía relación alguna con este sector ni familiar ni profesional. Simplemente se le ocurrió «que este servicio, algo habitual en el extranjero, aquí no lo prestaba nadie», afirma.
Hasta cuatro limpiezas al año
Creó un modelo de negocio que ha tenido imitadores, aunque la eficacia del diseño empresarial le ha proporcionado compradores de su franquicia y una creciente demanda de sus servicios. «Lo que más contratan es el básico de una limpieza al mes o de dos limpiezas al año, aunque muchos quieren el paquete de cuatro limpiezas al año que coinciden con el Día de la Madre, el Día del Padre, Todos los Santos y en Navidad», afirma. El complemento opcional de las flores «depende del tipo que prefiera, porque no es lo mismo claveles que orquídeas», precisa Mellinas. El coste del mantenimiento de un panteón también depende de su capacidad, vista la ostentación de algunos edificios mortuorios. «La primera vez siempre requieren una limpieza a fondo, porque algunos están abandonados y tienen hasta matas por dentro», señala el experto.
Sobre las tendencias en moda funeraria, Mellinas asegura que «sigue gustando el mármol, sobre todo el blanco que es delicado y obliga a utilizar productos con ph neutro, pero el granito es lo más común». Las modernidades han introducido en el camposanto ornatos como «una fotografía del difunto impresa en cerámica, o el escudo del equipo de fútbol o un paisaje», indica el empresario, aunque lo que más le sorprende es «el gasto en flores para el día de Todos los Santos, mientras que el resto del año dejan las artificiales».
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