Morente. Eurovillas VI
Residencial Nuevo Principado.
En la zona Residencial Nuevo Principado, Normas, Ordenanzas,
Decretos,…son papeles que están de más. Lo único admisible es todo aquello que
consolide una vía de ingresos alternativos para las arcas municipales, que
tiene su origen en establecimientos hosteleros especializados en servir comidas
en medio de la calle. Hay que dar todo tipo de facilidades a quienes explotan
estos negocios, aunque constituyan una falta de respeto a la legalidad vigente,
una intrusión/sobresalto visual a residentes y visitantes, un atentado contra
la estética del Paseo en general y los edificios en particular y un Arco Iris
que cada cual interpreta desde sus ansias de reclamo, de llamada a potenciales
clientes, obstaculizando el paso, el paisaje y el horizonte próximo, llegado el
caso. Las fachadas, saturadas de todo tipo de aditamentos: carteles, rótulos,
cajones metálicos, rejillas de ventilación, son ahora lienzos en los que cada negocio
presume de colores, como si de pavos reales de tratase.
Los responsables
políticos y los técnicos municipales dejan hacer. No intervienen. Día a día se va
perdiendo la identidad de una zona residencial calificada en su origen como
privilegiada. Por el contrario, la recaudación municipal por venta/alquiler de
la vía pública va consolidándose, camino de la excelencia, dentro de un plan de
dinamización turístico recaudatorio, más propio de Beirut que de un municipio
del Mar Menor. Está claro que la adopción de este modelo cutre y hortera, de
salida en otras plazas preocupadas por la calidad, exige hacer la vista gorda,
no intervenir y no actuar de oficio la autoridad competente. En todo caso, si
alguien, particular o Comunidad de Propietarios, reclama, el Ayuntamiento debe
procurar darle largas. Actitud habitual: como el que oye llover.
Autorizada definitivamente la ocupación total del Paseo Río
Nalón [un paseo sin bancos (?)], el mayor comedor en la calle de la Región de Murcia, con un pasillo
central de cuatro metros (el teórico junto a las fachadas no lo respeta nadie) para
que los peatones se las apañen, toca ahora dar rienda suelta a los RECLAMOS
publicitarios estáticos. Así que, a
pintar tocan. Todo y sobretodo se puede pintar. Colores vivos, chillones, eléctricos,
fluorescentes, cambiando el aspecto de fachadas uniformes, de tonos claros.
Cubrir con pintura paramentos y columnas de ladrillos rústicos. Instalar
carteles de todos los colores y dimensiones: horizontales, verticales y en
banderola. Colgar enormes cajones
metálicos de las fachadas, camuflando salidas de gases/humos y un largo
etcétera. La pintura a gusto del consumidor. Se puede pintar hasta el suelo. Como suena: el suelo. Se informa en las fachadas de
los menús, con anuncios ad hoc. El
caso es llamar la atención de posibles clientes, desde más lejos mejor. Hasta
la hora en que empieza la música y se conectan los televisores, esparcidos por
todo el Paseo, el reclamo para los giris
son los vivos colores de los establecimientos.
Desde el Ayuntamiento, observan y no intervienen, dejan
hacer. Lo mejor es no interferir, mantenerse al margen. Alguien ¿quién puede
ser? debería, al menos, sonrojarse.
A continuación una muestra de la EXPOSICIÓN DE COLORINES
en el Paseo Río Nalón y Plaza del Centro Comercial Balneario. No deje de hacer
una visita. Mirar es gratis.
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