Messi supera los 200 goles y Valdés bate el récord de Reina
Viktoria Plzen 0-4 FC Barcelona
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RUBÉN HERAS
01.11.2011 - 22:35hVictoria, clasificación y récord. No puede pedir más el Barça, que con su cómodo triunfo en Praga frente al Viktoria Plzen ha sellado matemáticamente su clasificación a octavos de final de la Champions, en un partido marcado por el récord de imbatibilidad de Valdés, el partido 200 de Guardiola y el gol 200 (y el 201 y el 202) de Messi con el Barcelona. [Datos y estadísticas del Viktoria Plzen 0-4 FC Barcelona]
De nuevo Messi, ya sin el 'run-run' de crisis, se erigió como goleador del Barcelona con un nuevo triplete que le acerca a los 235 tantos de César Rodríguez, máximo goleador histórico del Barcelona. A sus 24 años, el argentino suma y sigue marcando las diferencias en un equipo que no se resiente con las rotaciones de Guardiola, que mantiene su apuesta por el joven Isaac Cuenca.
El canterano se ha aposentado en el once de Pep, al que sigue respondiendo con calidad, desborde y mucho descaro desde el extremo derecho, donde ha vuelto a cuajar un gran encuentro, con asistencia de gol incluida en el tercero del Barça, obra de Cesc Fábregas, que amplió la goleada azulgrana contra el motivado Viktoria Plzen.
El equipo checo defendió sus cien años de historia en Praga, allí donde se ha tenido que desplazar por los requerimientos de la UEFA, con valentía y sin complejos, ofreciendo una versión bastante más ofensiva que la dejó en Barcelona.
Así, en los primeros veinte minutos de partido buscó la sorpresa a través del contragolpe, que a punto estuvo de arruinar el récor de Valdés en el minuto 16. Petrzela se marchó solo por velocidad y se plantó ante el portero culé, que sacó una mano fugaz para despejar el disparo raso del jugador checo, que vio como se escapaba la mejor oportunidad de su equipo.
Sin embargo, los intermitentes intentos checos se apagaron por completo en el minuto 21, cuando Messi cayó en el área zancadilleado por Cisovsky. El colegiado, tras decretar ley de la ventaja, pitó el penalti y expulsó al defensa local, dejando al Viktoria diezmado y condenado a replegarse en su territorio. El propio Messi fue el encargado de lanzar el penalti y marcar el primer gol del partido.
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