Alexia Salas/ la Verdad
Nadie se explica aún cómo desapareció de su peana la talla de la patrona de Los Narejos, la Purísima Inmaculada Concepción, la noche del pasado domingo. Sin rastro de puertas forzadas ni ningún otro objeto robado, el párroco de la pedanía encontró un vacío donde antes se alzaba la silueta de la Virgen. Sobre las 22 horas, esa hora mortecina del domingo por la noche, don Gabriel se sobresaltó con la alarma de la iglesia y corrió a comprobar qué ocurría en un templo habitualmente tranquilo.
Se encontró la puerta abierta, sin rastro de violencia, y entró con prevención por si permanecía en la iglesia algún ladronzuelo. Sólo echó en falta la talla de escayola, de rostro luminoso, que los vecinos han adorado durante 70 años. «Tuve que calmar a algunos, porque la Virgen era muy querida y tenía el cariño de todo el barrio», explica el sacerdote.
Lo extraño del robo ha llevado a la Guardia Civil a pasar la investigación a la Policía Judicial, quien se inclina por la idea de que quien robó la figura era alguien cercano al círculo de la Parroquia y tuvo en algún momento acceso a las llaves. El escaso valor económico de la talla, que no supera los 300 euros, hace aún más raro el suceso. «Estoy extrañado de que alguien la quiera tanto que se la quiera llevar a su casa, que alguien sea tan devoto», afirma don Gabriel.
El párroco ha comprobado, en el año escaso que lleva al frente de la Parroquia de Los Narejos, «la fe que le tienen a esta Virgen. Algunos no vienen nunca a misa, pero sí acuden a rezarle a la Purísima», explica don Gabriel.
El misterio del robo y el dolor de la pérdida han removido al pueblo. La alcaldesa, Encarna Gil, asegura que aún no le han pedido ayuda para comprar otra talla, pero ya conoce la predisposición del párroco de Los Alcázares para prestar a Los Narejos otra talla de la Purísima que guarda en la iglesia de la Asunción para la festividad del próximo 8 de diciembre.
Nadie se explica aún cómo desapareció de su peana la talla de la patrona de Los Narejos, la Purísima Inmaculada Concepción, la noche del pasado domingo. Sin rastro de puertas forzadas ni ningún otro objeto robado, el párroco de la pedanía encontró un vacío donde antes se alzaba la silueta de la Virgen. Sobre las 22 horas, esa hora mortecina del domingo por la noche, don Gabriel se sobresaltó con la alarma de la iglesia y corrió a comprobar qué ocurría en un templo habitualmente tranquilo.
Se encontró la puerta abierta, sin rastro de violencia, y entró con prevención por si permanecía en la iglesia algún ladronzuelo. Sólo echó en falta la talla de escayola, de rostro luminoso, que los vecinos han adorado durante 70 años. «Tuve que calmar a algunos, porque la Virgen era muy querida y tenía el cariño de todo el barrio», explica el sacerdote.
Lo extraño del robo ha llevado a la Guardia Civil a pasar la investigación a la Policía Judicial, quien se inclina por la idea de que quien robó la figura era alguien cercano al círculo de la Parroquia y tuvo en algún momento acceso a las llaves. El escaso valor económico de la talla, que no supera los 300 euros, hace aún más raro el suceso. «Estoy extrañado de que alguien la quiera tanto que se la quiera llevar a su casa, que alguien sea tan devoto», afirma don Gabriel.
El párroco ha comprobado, en el año escaso que lleva al frente de la Parroquia de Los Narejos, «la fe que le tienen a esta Virgen. Algunos no vienen nunca a misa, pero sí acuden a rezarle a la Purísima», explica don Gabriel.
El misterio del robo y el dolor de la pérdida han removido al pueblo. La alcaldesa, Encarna Gil, asegura que aún no le han pedido ayuda para comprar otra talla, pero ya conoce la predisposición del párroco de Los Alcázares para prestar a Los Narejos otra talla de la Purísima que guarda en la iglesia de la Asunción para la festividad del próximo 8 de diciembre.
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